Solicitada

INDIGNADO
Conste que hoy no integro el grupo de Larrañaga, pero es aberrante e indignante la posición frenteamplista que busca sacar rédito de la muerte de un militante de sus propias filas endilgándole la responsabilidad a la iniciativa legislativa del Guapo que busca paliar la inseguridad en nuestro país.
Un artista comunista que fue hallado muerto de un balazo y resulta ahora que es consecuencia de la campaña “Vivir sin miedo” del nacionalista Jorge Larrañaga, cuando todos sabemos, conocemos y vivimos la inseguridad y la delincuencia que crece día a día.
En realidad esta muerte es una más de la obsecuente consecuencia de falta de autoridad y desgobierno que espera que los delincuentes se reformen por motu proprio, proporcionándoles tolerancia y nuevas oportunidades a sus aberrantes barrabasadas que tan solo son materializadas en nuevos delitos que le han costado la vida a más de un ciudadano honrado y trabajador. Como si fuera poco, buscan eliminar las armas de los civiles tal cual lo plantea un precandidato de esta fuerza política, no permitiendo que exista siquiera la autodefensa, ya que ellos no toman el toro por las astas. De última, si esta muerte tiene alguna derivación política, es posible que haya sido consecuencia del terror al que se ha arrastrado a la ciudadanía por la inacción gubernamental defensora de reos que se ha esgrimido a lo largo de estos ya casi quince años de Frente Amplio.
Yo pregunto: respecto a los blancos, colorados, independientes, y hasta los mismos frenteamplistas fallecidos que no tienen la notoriedad de este artista, y que han sido cientos, ¿no tienen sus vidas la misma importancia?
¿Hay que ser artista y comunista para que un senador del FA sienta una muerte como importante? Porque mueren uruguayos todos los días por la inseguridad y no escuché a este senador del FA levantar la voz por ninguno, más bien levantó la mano para apoyar al Sr. Ministro del Interior cada vez que fue interpelado, para que siga realizando su paupérrima gestión que es la del oficialismo todo.
Pero qué podemos esperar de alguien que más allá de haberse escindido del grupo de Sendic lo defendió a capa y espada al igual que todo el FA, hasta que seguir considerando su inocencia era una risa generalizada.
Después la típica, cuando el barco se hunde las ratas lo abandonan y que cargue con todas las culpas, propias y ajenas. Javier Pizzorno Edil del Partido Nacional