UPIC inicia investigación con tres tipos de destete para comprobar diferencias en calidad de carne y la terneza

Los más de 36 grados al resguardo meteorológico, no fueron inconveniente para que buen número de productores y técnicos de diferentes puntos del país, e incluso de Argentina, participaran ayer en las instalaciones de la Estación Experimental “Dr. Mario A. Cassinoni” (Eemac) de Facultad de Agronomía, de la jornada técnica de verano en la Unidad de Producción Intensiva de Carne (UPIC).
Con la premisa de observar “4 estaciones en la UPIC”, se realizó previamente en el salón principal de Agronomía la puesta a punto de la actividad y posteriormente una recorrida por el campo, en donde se observaron las alternativas para la mitigación del estrés calórico en la recría, y la sombra en el manejo de ganado de carne durante el verano.
También se mostró, ya a nivel de campo, el manejo nutricional de terneros de destete precoz a pasto y a corral; las opciones forrajeras para el verano en sistemas ganaderos y datos para planificar la siembra de verdeos de invierno.
“Pretendemos mostrar en el campo el desarrollo de la investigación relacionado directamente al impacto de las altas temperaturas”, manifestó a EL TELEGRAFO el ingeniero agrónomo Alvaro Simeone, responsable de la investigación que lleva más de 20 años en Facultad de Agronomía, y que cuenta con el apoyo de la ingeniera agrónoma Virginia Beretta y el doctor Juan Franco en la investigación.
Durante la jornada, también se observó el avance del trabajo que se realiza “con el destete de terneros, una herramienta de permanente aplicación en los trabajos de la UPIC, e información sobre cómo planificamos la siembra de verdeos de invierno”.
Bajo la pregunta: ¿el ganado de carne es susceptible al estrés calórico y al frío?, Simeone y su equipo comenzó a trabajar en la investigación. Dejando en claro que el frío no impacta en las haciendas, el trabajo se inclinó a las altas temperaturas, e inició la tarea de generar información sobre el tema en Uruguay.
La investigación se centró en la probable existencia de alternativas tecnológicas para minimizar y mitigar el estrés calórico en el ganado. “Y ahí es en donde comenzamos a trabajar en dos aspectos: el estrés calórico aumenta los requerimientos de los animales, porque necesitan gastar energía para perder calor, y por el otro lado consumen menos. Precisan más y consumen menos”, subrayó el docente e investigador de la Eemac.
A partir de ahí, se comenzó a ver que “a pesar de que le damos mucho pasto y suplemento, la respuesta no era la esperada; como que había un techo, dado por el índice de temperatura y humedad ambiente”. Se comenzó a trabajar con la proporción de sombra “y vimos que sin modificar la comida, el hecho de incorporar la sombra mejoraba 300 gramos diarios”.
Esto llevó a que en la jornada realizada ayer se mostraran las alternativas de sombras existentes. “Hay quienes hacen la sombra, clavan los postes de eucalipto, ponen el sombrite y justo ese día viene un viento y le vuela todo”. De ahí surgió el estudio de qué mecanismos hay. Para eso se instrumentó un sistema mecánico que “se despliega en forma de paraguas y se cierra y se baja. Cuando vemos que hay viento, apretamos un botón, cerramos y nos vamos. Además, con un malacate le damos la inclinación en función de por dónde viene el viento. Si estamos en el atardecer o más temprano, para que proyecte la mayor cantidad de sombra”, dijo.
Simeone explicó que su movilidad es muy sencilla. “Con un tráiler vamos y las colocamos en donde queremos”. Aclaró que “estamos cuantificando la respuesta de la sombra, pero buscando alternativas de sombra que se puedan implementar en la práctica. Si demostramos que la sombra da efecto positivo, pero no hacemos formas operativas que permitan llevar a la práctica ese conocimiento, la actividad no sirve para nada”, dijo.
Sobre la construcción de las sombrillas que se observaron en la jornada, “se la encargamos a un herrero y un metalúrgico en Dolores, que nos están dando una mano para lograr ese tipo de sombra”. Y subrayó que “el hecho de ser automáticas y que apretando un botón se cierran, es importante para pensar más adelante y a través de la ingeniería, que estén conectados con un sistema de previsión del tiempo, y que ante una sudestada o viento muy fuerte, se cierren a control remoto, sin necesidad de ir hasta el lugar”.

DESTETE PRECOZ

En la jornada también se mostraron datos y el trabajo del destete precoz a corral. Recordó el investigador que en estos años a los ejemplares “se les brinda una dieta altamente concentrada, y en vez de ganar 600 gramos como establecen los trabajos de terneros en el campo, pasan a ganar 1,2 kilos”.
“Esos 600 gramos más que gana el ternero por estar a corral ¿cuánto me cuesta?”, se pregunta Simeone. “En general, como la eficiencia de conversión de ese ternero es muy buena y muy alta, la cuenta ayuda. Incluso siendo utilizada durante algunos años para la exportación en pie, porque el precio es muy bueno”, dijo. Otra cuenta que consideró “más difícil”, es la de la ternera para entorar a los 15 meses”, precisó.
Y explicó que “si al ternero se le aplica el protocolo que realiza UPIC, no hay diferencias en el ternero de destete precoz con el ternero de destete convencional. No solamente eso, sino que cuando se hace el destete precoz, sea a pasto o corral, y se lo compara con el convencional, cuando se siguen esos novillos hasta faena, se ha visto que la calidad de la carne en el ternero de destete precoz, es superior, sobre todo en lo concerniente a la grasa intramuscular, con mayor terneza y mayor calidad de carne”.
“En base a esa revisación de literatura, montamos un experimento que es: destete convencional, destete precoz a pasto, y destete precoz a corral”, aclara Simeone. “Los tres al mismo tiempo, y tenemos el compromiso que esos terneros serán seguidos hasta novillos y cuando se faenen en un año y medio, tener bien presente la medición de grasa intramuscular, peso de los cortes valiosos, para ver las características de la calidad de carne, color y terneza. Medirlos y ver el impacto positivo”, subrayó.

OPCIONES FORRAJERAS

En el marco de la actividad, se presentó un acuerdo de Facultad de Agronomía –representada por la UPIC– con la empresa Gentos, “donde ellos aportan los materiales y un soporte importante para la implantación de pasturas”, comentó Simeone.
“Lo que pretendemos es caracterizar las pasturas para actualizar la información que hay sobre la producción de cada especie. Vamos plantando diferentes pasturas, como por ejemplo en el invierno pasado fue una avena con raigrás, y un raigrás muy precoz –es más tardío que una avena–, que se parece casi a una avena. Y tenemos bien caracterizado cuánto se produce, por lo que entendemos es una ayuda para aquel productor que ahora esté plantando”.
En el caso de las otras pasturas, mencionó “un sorgo forrajero, manejado con diferentes estrategias de sombra, a su vez cruzado con suplementación con DGSS (burlanda de sorgo)”.
A su vez, se observó en la recorrida dos pasturas, una festuca con alfalfa. Pero es una festuca que presenta una latencia muy importante durante el verano, admitiendo pastoreo intenso”. Pero el investigador aclaró que “también observamos otro tipo de festuca con achicoria en el mismo tipo de suelo, para ver el grado de desarrollo”.