“Llegó un momento en que decir que no hubiera sido deserción”, dijo en EL TELEGRAFO el presidenciable por el Partido Colorado Julio María Sanguinetti que en la presente jornada participará del acto de reubicación del monumento “a Don Pepe” Batlle y Ordóñez.
Al ser recibido por el director de EL TELEGRAFO, Alberto Baccaro, subrayó además que “estoy pensando en el balotaje mucho más que en la interna. Yo estoy en noviembre, porque lo que quiero es cambiar al gobierno y estoy trabajando para eso”.
Desde su punto de vista “el balotaje va a ser entre los que creen que Venezuela es una democracia y entre los que creen que es una dictadura. Y es ciertamente un tema nacional. Porque el asunto es lo que opina el uruguayo. Quien crea que Venezuela es una democracia está proclamando que no cree en la libertad de prensa, en la separación de poderes, en la legalidad de las elecciones, en la economía de mercado, en el desarrollo social, en las libertades. Lo que me importa es Uruguay, eso está bien claro”.
Antes de aceptar ser precandidato a la Presidencia “intenté buscar soluciones para terminar con una situación compleja dentro del Partido Colorado, que estaba fuera de la actualidad, de los debates y sin conducción institucional. Salimos a transitar y empezamos a crecer. Como suelo decir, lo que fue en el principio una pesada obligación hoy es disfrutable ejercicio político que me ha reencontrado con viejos tiempos, viejos amigos y nuevos amigos como Miguel (Baccaro)”.
“La idea batllista que estaba un poco diluida vuelve a cobrar fuerza y convertirse en respuesta después que se han probado las ideas seudo socialistas o populistas. La gente empieza a entender lo que es una cosa y lo que es otra; lo que es una mirada hacia arriba y una mirada hacia abajo”, aseguró Julio María Sanguinetti.
