Fricasa debió hacer retornar 7 contenedores con carne vendida a China para retirar cajas con lengua

Fricasa perdió “entre 150.000 y 180.000 dólares” por un reciente protocolo de exportación a China firmado a comienzos de febrero “pero que nos fue comunicado recién a finales de mes, cuando teníamos siete contenedores en viaje, que no pudieron ser recibidos en destino, por esa nueva reglamentación que ignorábamos”, dijo Eugenio Schneider.
El presidente de Fricasa aseguró que “después de ganar 70.000 dólares en enero, en febrero perdimos 400.000 dólares, con esta gran incidencia de algo que no es nuestra responsabilidad”.
Fricasa acaba de inaugurar su decimoséptimo expendio al público en 19 de Abril y Larrañaga, que empero lleva el número 11. “Contrariamente a otros sistemas, vamos sustituyendo los números y este, el 11, estaba en una carnicería en San Félix que fue cerrada”.
La pérdida de febrero no solo se debió al problema ocasionado por el nuevo protocolo de exportación, sino también “por la baja en el precio del novillo en Argentina, donde se compra siempre en pesos argentinos y no en dólares como en Uruguay. Al estar muy débil la moneda argentina, la carne uruguaya para el mercado exportador pasó a ser muy cara y perdimos negocios en Chile, Alemania y China, aunque en este mercado el impacto fue menor por el enorme tamaño que tiene, por lo que sigue necesitando la carne uruguaya, aún a mayor precio”, explicó Schneider.
El nuevo protocolo de exportación con China determina que el ganado antes de ser faenado debe permanecer en el mismo campo durante 90 días, para evitar brotes aftósicos. Precisamente “China no compra a Argentina lengua, glotis y quijada por la aftosa. Pero a su vez, el ministerio firmó este protocolo para que Uruguay pudiera seguir exportando estos cortes. Pero no avisaron a la industria. Cuando llegó finalmente la información, pedimos que se negociara con China que se aceptaran los contenedores que estaban en tránsito, especialmente porque de esos cortes un contenedor puede tener entre el 3% y 5%; muy poco”, dijo Schneider.
“Pero no se logró nada y nos vimos obligados a hacer retornar los contenedores para retirar las cajas con lengua, glotis y quijada y volver a enviarlos, porque incluso hasta están pagados. Pero no es tan sencillo, no es que el barco da vuelta y vuelve a Uruguay. Hubo que descargar en puertos chinos, esperar un barco con ruta a Uruguay y volver a cargar. Todo esa operativa, el traslado y la refrigeración de los barcos, lo tenemos que pagar nosotros, con ese costo que indiqué, entre 150.000 y 180.000 dólares. Pérdida para la empresa”.
En total la afectación a la industria frigorífica uruguaya se calcula en cincuenta contenedores. De los siete de Fricasa, dos volvieron al país y los otros cinco están en viaje de retorno. “A esto lo llamo desidia; el mismo ministerio que firma nuestras exportaciones no nos informó del nuevo protocolo. Y ni siquiera piden disculpas”, destacó Schneider.
Por otra parte, “al bajar la exportación nos vemos obligados a aumentar nuestra presencia en el mercado interno” por lo que la empresa tiene como meta llevar a veinte las carnicerías del sistema propio. “Vamos a ser más agresivos en la competencia, lo que hasta ahora no queríamos porque entendemos que no es nuestro negocio principal”.
“Para Fricasa, el 12% de los ingresos proviene de los expendios en Paysandú. Vamos a hacer crecer ese porcentaje, pero sin perder la buena relación que nos caracteriza con los carniceros, con quienes hacemos negocios habitualmente. Pero tenemos la carne, tenemos 700 empleados y una empresa por la que velar y a la que administrar adecuadamente”, concluyó Eugenio Schneider.