El Punto de Clasificación de Residuos Domiciliarios construido en el barrio Curupí al mismo tiempo que otro en el Vertedero Municipal “está en estado calamitoso, totalmente abandonado y de la estructura solamente quedan las cerchas”, anunció el edil departamental Braulio Álvarez.
“En una de las tantas recorridas por el Curupí constaté con asombro que ya no queda nada del Punto de Clasificación que se construyó con el plan Girsu (Gestión Integrada de Residuos Sólidos Urbanos) concretado en la anterior Administración, del Partido Nacional”, dijo. “Los dos construidos -gemelos- tenían como objetivo dignificar la tarea de los clasificadores, con un espacio adecuado, y para eso se utilizó el programa Fondo de Desarrollo del Interior (FDI) con un aporte de la Intendencia de 5 millones de pesos en cada uno de ellos”, agregó Álvarez.
“Pero en el Curupí solamente queda el esqueleto por el abandono que de el hizo la Intendencia a través del Departamento de Servicios. Este no cumplió con su obligación de mantener ese lugar en buen estado de uso, y solamente tomó la determinación de trasladar a los recicladores al Vertedero Municipal”, explicó.
Eso provocó “superpoblación en el Punto de Clasificación del Vertedero Municipal. Además de perderse 5 millones de pesos aportados por la Intendencia aparecieron problemas de relacionamiento, lo que ha terminado en que los clasificadores del Vertedero prácticamente no puedan trabajar en el lugar”. “Estoy realmente sorprendido. El Plan Girsu estableció el sistema de volquetas para la recolección domiciliaria y además impulsó una sana política de recicladores. Pero todo eso parece que ahora quedará en el olvido, por la ineficacia de esta Administración”.