Los apicultores consideran que están en la peor situación de la historia del sector. No solamente tienen 3.800 toneladas de miel que permanecen en depósitos de productores y exportadores sin venderse a causa de las denuncias de presencia de glifosato, sino que el producto en estos momentos no vale nada, y numerosos productores no han cosechado y no tienen ninguna intención de hacerlo.
El directivo de la Sociedad Apícola Uruguaya (SAU), Alfredo Aguilera, manifestó a EL TELEGRAFO que “es un panorama totalmente desolador. Estamos quedando 2.500 productores en actividad y por lo datos que tenemos, en la próxima zafra van a ser muchos menos, porque el rubro dejó de ser rentable al no poder vender lo que producimos”. Entiende que el panorama es devastador.
“Es la peor situación que ha vivido la apicultura en los 84 años que tiene como gremial la Sociedad Apícola Uruguaya”.
Añadió que “lo que está haciendo la Comisión Honoraria de Desarrollo Apícola, desde mi punto de vista, es absolutamente vergonzoso”.
Para el dirigente, “el MGAP ha sido negligente con los controles y los apicultores hemos perdido millones de dólares, y los vamos a seguir perdiendo, por lo que la situación es muy complicada y no hay soluciones a corto plazo”.