Los ediles que integran la comisión de revisión del Plan Local de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Sostenible de la Microrregión de Guichón reconocieron que en al menos “un mes” se votará la iniciativa.
El edil del Frente Amplio e integrante del citado grupo legislativo, Francisco Gentile, confirmó la “voluntad política” de su bancada de votar la iniciativa “dentro de un mes aproximadamente”. “La comisión aún discute el proyecto”, pero reconoció que “está trancado”. “No se puede difundir ningún detalle”, en tanto “se encuentra a estudio de la comisión”, dijo a EL TELEGRAFO.
Consultada la edila del Partido Nacional, Gabriela Gómez, precisó que asistió como oyente en varias instancias, en tanto se definió como “interesada en la protección ambiental”. “Hay que buscar una solución legislativa. Soy de la zona y la preocupación es real. Hay forestación sobre cementerios y zonas rituales indígenas y, por ejemplo, no están protegidos los menhires. Las investigaciones establecen una conexión con esas mismas piedras encontrados en Tucumán o, la protección de la tapera de Melchora Cuenca”, señaló.
No obstante, Gómez reconoció que “el tema se encuentra trancado porque lo legislativo demora y conspira contra el patrimonio histórico”, pero confió en que “el plan urbanístico se apruebe con rapidez”. En su interpretación, “se buscará una forma elegante, digamos, de dejar a un costado las áreas protegidas y su afectación a las inversiones. Pero es mi deseo y mi lucha la protección de los bienes naturales tal como lo reclama este grupo de vecinos”.
“Un disparate”
Miguel Otegui conforma la comisión que estudia el plan en representación del Partido Nacional y consignó que “razonablemente en un mes” se aprobaría la iniciativa.
Recordó que el deliberativo “ya aprobó el plan para Quebracho y Paysandú, pero nos sigue llegando material con actualizaciones desde la Intendencia para el plan de Guichón. Una vez finalizado este proceso, se enviará al plenario”. Consultado sobre la prohibición de cinco kilómetros establecido para emprendimientos forestales o agrícolas, Otegui opinó que “es un disparate”. “Esa distancia se estableció cuando se transformaron las poblaciones de termas de Guaviyú y Almirón en centros poblados. Allí se incluyó por error una limitación de cinco kilómetros. En ese entonces yo estaba en la Junta porque fue entre los años 1995-2000”, puntualizó a EL TELEGRAFO.
Según el edil, “comenzaron los reclamos de las empresas de forestación de una zona donde hay emprendimientos agrícolas, pero solo permitía lo ya instalado, porque del otro lado del arroyo hay un desarrollo plantado en tres etapas, pero encontraron que si ampliaban, contravenían la norma”.
Otegui informó que “pedimos información a Servicios Agrícolas y se bajó a mil metros”. Sin embargo, reconoció que “con el plan urbanístico se vuelven a los cinco kilómetros”.
“En el caso de la zona de termas, enfrente hay naranjales y el plan dice que no deben haber producción de árboles o agricultura y se limita el área productiva”.
De acuerdo al representante nacionalista, “en esto debe primar el sentido común y en cualquier caso, legislar de acá para adelante. Pero insisto y es mi opinión que es un error. En realidad para reconvertirse hay que cortar los tocones, pero no tiene sentido una limitación de ese tipo”.
Otegui se remitió a informes pasados, “correspondientes al año 1998 que se modificaron, pero si hablamos de situaciones anteriores, decimos que lo mismo está pasando ahora”, concluyó.
