La Asociación de Funcionarios de UTU (Afutu) mantiene ocupada desde las 7 de la mañana de ayer la Escuela Técnica de Paysandú “Arquitecto Leonardo Bulanti Ríos” y una medida similar llevó adelante en el Instituto Tecnológico Superior (ITSP), ubicado en calle Sarandí, entre las 19.30 y 23.45 horas, en reclamo de soluciones a las situaciones de violencia constatadas en el primer centro mencionado y en la Escuela Agraria “Melchora Cuenca”.
Extraoficialmente, EL TELE–GRAFO supo que una docente fue diagnosticada con una fisura en tres costillas, otro con un esguince en la muñeca y dos funcionarios con licencia médica por estrés.
Los docentes demandan una respuesta a la plataforma de reivindicaciones, conformada por la instalación de un equipo multidisciplinario que atienda esta problemática y una portería para evitar el ingreso de personas ajenas a la institución durante las horas de clases.
Los funcionarios agremiados mantienen hoy jueves la medida de paro por 24 horas en todas las instalaciones de la regional local dependientes del Consejo de Educación Técnica Profesional, y aguardan las negociaciones en una bipartita que se efectuará en Montevideo hoy a las 16 horas.
Ayer, en el marco de una asamblea con participación ciudadana, de dirigentes políticos de diversos sectores y ediles que integran la Comisión de Asuntos Laborales de la Junta Departamental, los docentes explicaron sus reivindicaciones y plantearon las necesidades edilicias constadas en la Escuela Técnica.
En esa instancia, los participantes “aportaron la idea de instalar una escuela más chica en el local de la antigua Paylana para educación terciaria. Actualmente, la Escuela Técnica imparte los niveles básico, superior y terciario, que exceden sus capacidades”, al tiempo que “los bachilleratos y cursos terciarios se cumplen en el ITSP, que por el momento no registra superpoblación” en sus aulas, dijo a EL TELEGRAFO, la dirigente de Afutu a nivel nacional y subdirectora de la Escuela Técnica, Lourdes Pintos.
El sindicato ocupó ambas instalaciones “ante el argumento del Consejo de que la problemática está acá, en Paysandú, por no haber gestionado como correspondía la instalación de un equipo multidisciplinario y la portería que el Consejo se comprometió a gestionar”, precisó Pintos.
De acuerdo a la dirigente, “al Consejo le corresponde disponer de la decisión con los inspectores regionales y no al sindicato. Lo que sabemos es que el Consejo ordenó a la dirección del Campus –integrada por un inspector que trabaja de manera coordinada con dos inspectoras regionales– las dos reivindicaciones, pero en el último año no se hizo. Es así que aguardamos una respuesta este jueves, en Montevideo, en una instancia bipartita que es reglamentada por ley”.
ESTUDIANTES QUE NO COMEN
El secretariado ejecutivo del sindicato manifestó su repudio a los hechos ocurridos en los últimos días en Paysandú, además de las escuelas técnicas “Domingo Arena”, de Montevideo, y en el barrio Lavalleja, de San José. Pintos reconoció la necesidad de “un abordaje multidisciplinario a una problemática compleja, con estudiantes que viven situaciones de violencia en sus propios entornos, tanto familiares como conflictos barriales o que comenzaron en las redes sociales y ocurre entre pares”.
Explicó que “algunos provienen de familias con alta vulnerabilidad económica y social, con estudiantes que a veces no comen y también los equipos docentes presentan soluciones paliativas”.
Pintos relató que “el Inda – Mides entregaba el año pasado los insumos necesarios para dar un merienda. Este año, nos entregará una vez por semana dos cajones de verduras y dos cajones de frutas que aprovechará el docente de Gastronomía para hacer práctica y elaborar los menú que los alumnos que lo necesiten consumirán en la propia escuela, en la cantina o en la cocina, porque no hay lugar para un comedor”.
El equipo docente gestionó los alimentos para unos 20 estudiantes de la Escuela Técnica, “además de otros 20 que comen en el Comedor Municipal. Esos son los que nosotros hemos detectado”, dijo Pintos.
CONSUMO DE SUSTANCIAS
“En realidad no podemos afirmar si aumentó el consumo de sustancias, pero vemos que hay estudiantes que lo hacen fuera del edificio y en el área de explanada. Hablamos con ellos e incluso hay casos puntuales que concurren al programa Ciudadela”, resaltó la docente.
