“Tras diez días de labor la evaluación es muy positiva, se ha cumplido con todos los requerimientos sin que se generara un solo inconveniente”, dijo el director de Tránsito, Leonardo Rivero. Destacó “la gran disposición de los inspectores, que a veces cumplieron turnos de 10 u 11 horas, sabiendo que no todas serían horas extras sino que habría muchas a compensar”.
Este año “se realizaron controles sorpresivos de espirometría a conductores de taxímetros y de ómnibus, y en todos los casos el resultado fue cero. Eso no solamente aseguró que los conductores profesionales se estaban desempeñando como correspondía, sino que además fue muy bien recibido por las empresas, caso de Copay, que agradeció este tipo de controles, que fue en beneficio del servicio”.
Asimismo, la Dirección de Tránsito debió atender varios frentes en simultáneo en varias ocasiones. Estableció un puesto de control central de acceso al predio ferial en Batlle y Ordóñez y Henderson, desde donde se administraba el ingreso de taxímetros y de vehículos autorizados.
También fue necesario atender acontecimientos puntuales, como la final del Interior en fútbol, la llegada de la etapa de la Vuelta Ciclista del Uruguay. De hecho, el domingo 14 la Dirección de Tránsito “enfrentó –y lo hizo con éxito– el desafío de atender esos dos eventos deportivos, el predio ferial y obviamente la propia ciudad, que no se podía dejar de lado”, dijo Rivero.
“Atendimos a cabalidad los requerimientos que día a día formulaba el comité, y pudimos darles cumplimiento efectivo; eso es algo muy importante para la Dirección y su personal”.
En lo que refiere a estacionamientos que fueron tercerizados a instituciones “no recibimos ninguna denuncia por extravío de casco, rotura de moto o hurto. Eso también es de destacar porque en todos los aspectos se trabajó con coordinación y atendiendo las necesidades de la población”.
