Una exitosa primera experiencia resultó la visita cumplida a la planta de extracción de miel de la cooperativa Calapis, sobre ruta 3 (kilómetro 378), en las proximidades del arroyo San Francisco.
La excursión –incluida dentro de las actividades del Pase Turístico– partió a ómnibus lleno desde el Mercado Municipal. En la planta los visitantes fueron recibidos por tres productores apícolas que son los que se encargan del funcionamiento de la planta: Felipe Ortiz, Richard Delgado y Ramiro Martínez.
Ortiz señaló que el próximo 14 de mayo Calapis cumple 40 años, “ha pasado mucha gente por la cooperativa, todos haciendo un poco, tenemos este lugar que son 7 hectáreas y media de monte, en costas del arroyo San Francisco, la verdad que es un lugar muy lindo. El productor trae del campo los cajones y acá los pasamos por las máquinas y se extrae la miel”.
Aparte de esta planta, la cooperativa posee otro establecimiento en la ciudad de Paysandú, una sala de envasado, “hay un colador centrífugo con el que se cuela la miel y hay una envasadora”. Comentaron que recientemente concretaron una venta al Ministerio de Desarrollo Social, Mides, por casi 20.000 kilos de miel envasada.
En la recorrida se aprecia la parte del proceso que se realiza en la sala de extracción y el avance de la tecnología conque se cuenta. “Les mostramos desde la primera máquina que usamos para sacar miel hasta la que tenemos hoy en día”, dijo Delgado. La primera era apenas un tanque en el que se colocaban de a tres los paneles y se centrifugaban con una manivela, luego hay dos plantas más, la más moderna ocupa prácticamente toda la habitación en la que se encuentra.
La mayor parte de la producción se exporta, “aunque hoy en día está un poco trancado, hace unos 3 o 4 años, pero pensamos que se va a solucionar, tenemos un problema de contaminación, que no es mucho”. La presencia de agroquímicos en la miel es un problema que la cooperativa por sí sola no puede solucionar. “Está en el agua y la colmena consume medio litro de agua por día”, afirmó Ortiz.
Delgado señaló que la producción no se puede certificar como orgánica, “porque la abeja tiene un recorrido de 3 o 4 kilómetros y si yo tengo un campo cercano que tiene soja y fumigaron no se puede decir que sea orgánico, sí podemos decir que es agroecológico. Nosotros tenemos todo monte nativo, y los otros productores tienen en diferentes lugares”.
Agregaron que estos productos tóxicos para las abejas “hace años vienen matando colmenas. Gracias a los apicultores estamos manteniendo las abejas, porque nosotros las reproducimos”. El paseo terminó con un dulce obsequio para los visitantes.