Esperan buenas preñeces debido al muy buen estado de vientres, según el Plan Agropecuario

El estado corporal del rodeo en general, “es de bueno a muy bueno” debido a las condiciones climáticas del verano, “lo que tuvo como consecuencia que las pasturas fueran suficientes para favorecer la mejora en el estado de los animales”, sostiene el informe de situación elaborado por el Instituto Plan Agropecuario (IPA).
El mismo establece que “finalizaron los entores y se realizan los destetes definitivos con altos pesos de los terneros”. Respecto a los vientres, los primeros datos sobre los porcentajes de preñez “son muy auspiciosos”, agrega.
Desde la regional Litoral Norte, los técnicos explican que “en algunos predios, se ha observado un “alargamiento” del período de servicios, con el propósito de “capitalizar” de mejor manera la producción forrajera y buena condición lograda por los animales en el período estival”.
Por tal motivo “se esperan buenos resultados de preñez este año. Los primeros resultados de diagnósticos de gestación realizados mediante tacto y ecografía en rodeos que han sido bien manejados, rondan entre 80 y 90%”, agrega.
En esta zona del país, “se está culminando el destete y los terneros tienen muy buenos pesos. Es importante aprovechar la buena disponibilidad de pasto para recuperar antes de entrar el invierno, la condición corporal de las vacas preñadas y destetadas, así como también, llegar con el peso y desarrollo de las vaquillonas para el primer servicio de primavera”.
En cuanto a las recrías, “han tenido muy buenas respuestas frente a la disponibilidad de forraje estival. Se espera que esta categoría continúe teniendo buenas ganancias de peso, lo que beneficiará su buen desarrollo y que las vaquillonas lleguen con el peso adecuado a su primer servicio”.
Las invernadas han tenido muy buenos resultados debido al forraje disponible, incluso en engordes a campo natural. Los altos precios de la reposición y el alimento disponible, han justificado la decisión de los productores de agregar más kilos a los animales que poseían, minimizando la compra de reposición”.
En lo sanitario, teniendo en cuenta la garrapata, este parásito continúa siendo un problema para los productores. Otro problema que ha complicado mucho en estos meses de calor, fueron las miasis o bicheras, ocasionando enormes pérdidas de producción y gastos por tratamientos.
En cuanto al clima, indica el informe que “durante el período comprendido entre el 15 de febrero y el 15 de abril de 2019, la situación climática se caracterizó por lluvias inferiores al promedio histórico de la misma época. La temperatura fue alta para la época y los días se caracterizaron por su luminosidad”.

Pasturas

Las pasturas naturales tienen un estado más que aceptable para la época, y el volumen de forraje es superior al habitual, explica el informe. En los predios donde la carga animal estuvo ajustada el pasto sobró. En los suelos superficiales la calidad de las pasturas naturales disminuyó, pero comenzó a reverdecer con las lluvias de mediados de abril.
Desde la regional Litoral Norte, se indica que durante fines de marzo y comienzos de abril se comenzó a notar el déficit de agua especialmente en suelos superficiales; se observaban tapices de color amarillento, que comenzaron a reverdecer nuevamente luego de lluvias de mediados de abril.
En campos de bajos húmedos y de arena, se observa la presencia de especies como canutillo y cola de zorro en estado de subpastoreo debido al alto crecimiento.
Datos del monitoreo de campo realizado en el marco del FPTA 345 “de pasto a carne” que se viene realizando en la Regional Litoral Norte, muestran una muy buena recuperación en la altura de pasto, promediando 6,5 centímetros de altura (1.600 kilos de Materia Seca por hectárea de disponibilidad), el doble que el obtenido para otoño 2018, luego de la sequía.
Esta altura del pasto es 15% superior a la altura necesaria para alimentar a la carga animal existente a la entrada del otoño (268 kilos de Peso Vivo por hectárea, equivalente a una dotación de 0,76 Unidades Ganaderas por ha).
Esta situación permite a los productores la oportunidad de planificar no sólo el otoño, sino también el invierno, ya que pueden reservar una superficie interesante del predio (15%) para que acumule forraje durante el otoño, y consumirlo en el invierno, evitando el déficit de forraje habitual para esta época.
En lo referente a pasturas mejoradas, se recomienda la realización de prácticas de manejo (pastoreo intenso y/o control mecánico) tendientes a promover la llegada de luz a los estratos inferiores de la pastura, de esta forma favorecer el rebrote y/o macollaje de las distintas especies que las componen.
En cuanto a pasturas sembradas, el aporte de forraje de las praderas convencionales ha sido muy bueno en términos generales, destacándose especies como lotus y alfalfa. Al igual que para los mejoramientos, se recomienda bajar el volumen de forraje para favorecer el rebrote y/o macollaje de las distintas especies.
La siembra de praderas, en muchos casos, se ha visto retrasada por la falta de humedad en el suelo, consecuencia de las escasas precipitaciones registradas en las últimas semanas, como se señala al inicio del informe.
En el caso de los sistemas más intensivos, desarrollados especialmente en los departamentos de Paysandú y Río Negro (lechería – invernada) las siembras de verdeos de invierno realizadas durante el mes de febrero, ya han comenzado a pastorearse. En el primer pastoreo, las pasturas han ofrecido altos volúmenes y buena calidad de forraje.

Lluvias

Durante los meses de marzo y abril las precipitaciones registradas en la región de basalto se ubicaron por debajo del promedio histórico para la época, no superando los 80 milímetros en marzo y 30 mm en la primera quincena de abril, agrega el Plan Agropecuario.
Durante la mayor parte del período el estado de las aguadas fue muy bueno, sin embargo, actualmente comienza a observarse una disminución importante en el caudal de los cursos naturales. En el caso de los tajamares y represas, la situación es normal.