A dos meses de la desaparición de Amparo Fernández, hoy marcharán en su memoria

Hoy se cumplen 60 días de que Amparo Fernández no está con su familia. La sanducera, enfermera de vocación y profesión, amante de los caballos y la vida de campo, con hijos de 3, 12 y 15 años, aún no ha sido encontrada. Su cuerpo, que el asesino ocultó –y se mantiene con la “potestad” de no dar más detalles–, todavía no ha sido hallado. En la familia, en sus amigos y en sus compañeros solo queda el desconsuelo, porque Amparo no volvió a casa.
Amparo, de 36 años, desapareció el sábado 29 de junio en la localidad de Sarandí Grande, Florida, hacia donde había viajado para encontrarse con un amigo, L.A.D.V., quien confesó haber arrojado su cuerpo al río Yi tras sufrir un supuesto accidente en el cual la mujer perdió la vida.
El hombre fue imputado por femicidio el viernes 5 de julio y enviado a prisión preventiva por 180 días, ya que la fiscal Alicia Gómez entendió que había elementos probatorios suficientes para culparlo. Desde entonces, cumple la medida cautelar en la Unidad 4 del Instituto Nacional de Rehabilitación, conocida como el ex Comcar.
Con la esperanza de que se encuentre el cuerpo, hoy se realizará un reclamo en nuestra ciudad. La concentración se realizará a las 15.30 en Plaza Constitución, frente al edificio del Juzgado Departamental. Participarán además alumnos del instituto de Danza Guariglia que interpretarán una coreografía denominada “Ni una menos”.

CONTINÚAN LA BÚSQUEDA
Según han informado las autoridades cercanas al caso, los trabajos de búsqueda siguen realizándose diariamente. Entre 15 y 30 efectivos policiales, más el apoyo de bomberos –dependiendo del día–, rastrillan el perímetro de la estancia donde trabajaba el imputado, en Polanco del Yí, así como las aguas y márgenes del río, en procura de encontrar el cuerpo de la sanducera.
El último día en que Amparo fue vista por el hermano del homicida, con quien compartió una cena, para luego retirarse de la estancia con L.A.D.V., había un clima cerrado “de garúa y niebla muy intensa”, dijeron autoridades signadas al caso; lo que hace presumir como difícil “que aparezca una persona que haya visto algo”. Además, se trata de una zona poco poblada. En tanto, bomberos son los encargados del rastrillaje en el agua, para lo cual utilizan cuerdas y lingas con ganchos que llevan hasta el fondo del río en procura de dar con el cuerpo.
Asimismo, los avocados al peritaje repasan lugares que –a esta altura– ya se recorrieron, apelando a que los cambios en las corrientes y los movimientos del agua puedan hacer aparecer el cuerpo. El trabajo solamente se ha detenido por razones climáticas o cuando aumenta el caudal del río, lo cual incluso ha generado accidentes. “Se han dado vuelta los botes, las barcazas, hay compañeros que se han accidentado. Cuando el río crece se pone muy peligroso”, explicó el jefe de Policía de Florida, comisario general José Enrique Chavat.
“La búsqueda sigue con la misma intensidad, no solo porque el cuerpo habla y se lo necesita, sino porque pensamos en la familia”, afirmó. El jefe de Policía señaló que sería bueno que Fiscalía solicitara una reconstrucción del crimen, para poder contrastar la versión del imputado sobre el lugar donde arrojó el cuerpo. Pero mientras eso pasa, el homicida sigue gozando de privilegios, como el de llamarse a silencio.