Varios tramos pequeños de la ruta 26, al Este de la ruta 3, debieron ser levantados y reparados por la empresa constructora Pietroboni Gofinal, ya que se registraron fallos constructivos.
“Lo repararon con RAP para que la base se asentara. Ahora que terminaron los otros tramos deben recomponer la carpeta, para eso deben fresar y recapar, y seguramente deban hacer una capa más encima, a su costo”, dijo a EL TELEGRAFO el director nacional de Vialidad, Leonardo Cola, especificando que “emparchada no se les recibe la obra” y aún está en garantía.
El material utilizado, RAP, es la sigla en inglés de Recycled Asphalt Pavement o pavimento asfáltico reciclado; es un tipo de material removido o reprocesado de los desechos, que se tritura y tamiza para que tenga mejor adherencia a la nueva superficie donde se lo instale, en este caso, la base de la capa de rodadura de la ruta 26.
EL TELEGRAFO pudo comprobar que entre el kilómetro 50 y el 70, la obra realizada claramente es de inferior calidad a los tramos inmediatos anterior y posterior, pero aún teniendo eso en cuenta el deterioro que presenta es llamativo, dado lo reciente de la construcción y que la temperatura ambiente de esta época es bastante benigna con el asfalto liviano. En muchos sectores la señalización horizontal prácticamente desaparece bajo una película de bitumen, y se puede apreciar que ya se le ha practicado un bacheo grueso en varios puntos. Incluso se ven claramente partes que han sido bituminizadas recientemente. El mayor deterioro está en las proximidades al acceso a pueblo Gallinal, sobre el kilómetro 68. La refacción total de la ruta entre Paysandú y Tacuarembó fue inaugurada oficialmente el pasado 11 de julio, con la presencia del ministro de Transporte y Obras Públicas, Víctor Rossi, el intendente Guillermo Caraballo y el alcalde de Tambores, Ricardo Soares de Lima.
TRAMOS NUEVOS HACIA EL ESTE
Por otra parte, Cola informó que se rehabilitaron 120 kilómetros en la ruta 26, pero en dos tramos desde el kilómetro 238 hasta el 352 de la ruta que va de Tacuarembó a Melo que llegó hasta Paso Aguiar, de los cuales 77 kilómetros se hicieron nuevos.
“Se hizo con tratamiento bituminoso doble, con una emulsión importada de Francia que permitió trabajar en bajas temperaturas, y con el cementado de toda la base granular. En el resto del tramo se hicieron varias reparaciones”, y Cola detalló que “se utilizaron 120.000 metros cúbicos de una tosca granítica, llamada zapucay, de la cual hay solamente dos canteras en 100 kilómetros a la redonda pero dura incomparablemente más. La tosca de la zona, hasta Melo, es de muy mala calidad por lo que se evitó usar el basalto descompuesto de la zona”. También se utilizaron 14.000 m3 de basalto triturado de Tambores.
La ruta 26 “juega un rol importantísimo, porque atraviesa el país de Este a oeste, uniendo las fronteras de Uruguay con Argentina y con Brasil, con lo cual es clave para el movimiento de carga y el turismo”, dijo Cola.
