Colombiano fue condenado por actividades ilícitas de usurero en préstamos “Gota a gota”

La modalidad del préstamo “gota a gota” consiste en que una vez aceptado el préstamo, pronto la cuota mensual se transforma en semanal, que se exige mediante violencia y con intereses a tasas de usura.

La Justicia formalizó a un hombre de 40 años que apeló a la violencia para recuperar dinero que le había prestado a una comerciante. Este es –al menos– el cuarto caso en lo que va del año de ciudadanos colombianos residentes en el departamento que se dedican prestar dinero en la modalidad “gota a gota”, seleccionando a sus víctimas entre los más vulnerables, es decir aquellos que no pueden acceder a un crédito bancario porque no cumplen con los requisitos usualmente solicitados, como por ejemplo contar con un recibo de sueldo formal.
Los préstamos son en efectivo, rápidos, y a veces se otorgan en horas; sin requisito alguno. En la mayoría de los casos se aclara al “cliente” que el pago debe hacerse en cuotas mensuales con determinado interés, pero pronto se comienza a exigir pagos semanales con intereses por “mora” en valores de usura. Estos prestamistas utilizan las redes sociales para promocionarse. Lo que sus potenciales deudores no saben es que un atraso en el pago significa el comienzo de una escalada de violencia que va desde amenazas hasta agresión física.
En Paysandú, el 7 de agosto pasado, la Justicia formalizó a dos sujetos, de 21 y 29 años, por haber cometido “reiterados delitos de usura agravada en reiteración real” y “un delito de asociación para delinquir”. Se les impusieron medidas sustitutivas: la obligación de residir en un domicilio fijo; prohibición de salir sin autorización previa del ámbito territorial uruguayo; prohibición de ausentarse más de 5 días hábiles de su domicilio fijado; y la retención de documentos de viaje por el plazo de 90 días.
UN NUEVO “COBRADOR”
En tanto, tal vez ante el temor de que recayera una nueva pena sobre ellos, un tercer colombiano apareció en escena para tomar el trabajo de “cobrador”. El 13 de febrero, mediante llamado telefónico al 911, se informó que en bulevar Artigas y avenida Salto un hombre estaba increpando y amenazaba a una mujer. Inmediatamente concurrió un móvil policial y se identificó a un hombre de 40 años cuando se retiraba del lugar a bordo de una motocicleta Zanella.
Además, la Policía tomó la denuncia de la víctima, que expresó que el hombre concurría diariamente a increparla para que le pagara lo que debía, concurriendo también a su domicilio donde rompió un televisor para intimidarla.
De acuerdo a lo detallado en la denuncia, la mujer habría pedido un préstamo de dinero a un particular y, al atrasarse en los pagos, el hombre comenzó a tomar una actitud agresiva cada vez que iba cobrarle, hablándole en tono de amenazas y diciéndole que tendría que tomar otro tipo de medidas.
Continuadas las actuaciones, en la tarde del jueves la Justicia Penal dispuso la formalización de la investigación para el hombre por “reiterados delitos de usura agravada en reiteración real, con un delito de violencia privada y de asociación para delinquir”. Se le impuso la pena de ocho meses de prisión, que deberá cumplir con arresto domiciliario, de 22 a 6, por seis meses, y la presentación ante la Comisaría de su jurisdicción una vez por semana por los restantes dos meses.