“El Estado estuvo notoriamente involucrado en los negocios fallidos con Venezuela, más allá que fue una determinación privada realizar esos negocios”, dijo a EL TELEGRAFO el ex presidente Julio María Sanguinetti, quien arribó acompañado por los dirigentes sanduceros de Batllistas. Sanguinetti ayer estuvo en Fray Bentos, Paysandú y Porvenir en el marco de la campaña de Batllistas y del Partido Colorado.
Horas antes, el ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori, había declarado en Montevideo que el gobierno descartaba hacerse cargo de la deuda de 30 millones de dólares que mantiene el Estado venezolano con Conaprole.
Sanguinetti aseguró que “fue un culebrón institucional y comercial, con aspectos no siempre claros. Porque comercialmente fue manejado por intermediarios cuya participación no se comprendía si, como se dijo, era un negocio entre gobierno y gobierno, ambos entrañablemente amigos. Fue, en realidad, una sumatoria de elementos muy confusos”.
Pero “hubo una acción del gobierno dirigida inequívocamente a inducir a que se confiara en Venezuela y en el mercado venezolano”, destacó Sanguinetti, antes de recordar que “Paysandú vivió de cerca esto, con la empresa Pili”.
“La empresa tuvo la responsabilidad de apostar con ingenuidad por el mercado venezolano y hacer la inversión que hizo, pero no tengo ninguna duda que eso fue empujado e inducido por las garantías que le daba el gobierno y particularmente el propio José Mujica, entonces presidente”.
“Desgraciadamente ahora el gobierno no se hace cargo porque en este momento está con enormes dificultades para hacerlo, con una situación financiera tensa. Ahora niega responsabilidad, pero claramente es una responsabilidad que asumió con mucha determinación”, subrayó Julio María Sanguinetti.
