Futbolista de la Selección local se recupera tras sufrir golpiza en baile

El adolescente horas después de su ingreso a Emergencias y luego de operado de la fractura que sufrió.

Aunque resta la realización de estudios médicos de control post operatorios, el futbolista de 17 años –integrante de la Selección de Paysandú– agredido por cuatro personas en el baile de la Noche de la Nostalgia, fue dado de alta del hospital Escuela del Litoral.
Por el caso, confirmaron a EL TELEGRAFO, hay tres mayores y un menor identificados como atacantes. Se espera que, en la próxima semana, el joven pueda presentarse a declarar a Fiscalía.
APROVECHARON QUE ESTABA SOLO
Como cada año, “nos juntamos con amigos a comer algo por la Noche de la Nostalgia y pasar un rato juntos con toda la familia. Él comió con nosotros, junto a algunos amigos. A las dos me dijo que se iban para el Golf. Lo llevé hasta la casa de una amiga donde se juntaría con el resto. Al ratito, me llamó para pedirme si los podía llevar hasta la ruta, porque no tenían ganas de caminar”, relató la madre del adolescente.
“Fui con una amiga y los dejé cerca de la entrada, frente a la ciclovía. Me volví al lugar donde estábamos celebrando con amigos, jugando a las cartas y conversando. A menos de una hora, me llamó mi hijo mayor para decirme que le habían avisado que estaba en enfermería del Golf, porque le habían pegado y tenía la cara toda rota. Nos fuimos volando para allá, desesperados, porque no sabíamos mucho más. Iba por avenida República Argentina cuando mi esposo me avisó que ya lo estaban trasladando al hospital. Así, entre nervios, me desvíe para el hospital. Llegué, pregunté y nadie sabía nada. Le pedí por favor al muchacho de portería si podía averiguarme algo, porque los del 911 no tenían conocimiento de nada. En ese momento llegó la ambulancia de Ucem con él todo ensangrentado y mal”.
“A él le hicieron todos los exámenes; tengo las copias en que le salió que no tenía alcohol ni droga alguna en sangre. Todo estaba bien. Incluso había entrado recién al baile”, agregó la señora.
A raíz de la golpiza, el joven estuvo nueve días internado y tuvo que ser operado por el doctor Andrés Rossano. Para poder subsanar el hundimiento de pómulo, le colocaron dos placas de 1,6 y 2 milímetros de espesor y una malla de titanio para reconstruir el piso de la órbita derecha. “Nos dijeron que puede estar comprometido el ojo. Todavía no lo sabemos porque lo tienen que evaluar para ver como respondió después de la operación”.
Durante la charla, el joven víctima estuvo sentado en un sillón junto a su madre, en la sala de su casa. Su padre y hermanos, que habían ido a visitarlo, lo acompañaban. “Cuando me pegaron estaba solo, no me acuerdo de mucho”, se limitó a decir el menor. Sí los conoce del ambiente del fútbol, lo que podría ser la línea de investigación a llevar adelante.
Al parecer, él fue agredido de una primera patada que lo hizo caer al suelo, donde uno de los atacantes aprovechó para hurtarle el celular. Mientras pedía que se lo devolvieran, se acercaron otros y empezaron a pegarle. Recibió al menos dos patadas en el rostro, que fueron las que le causaron la fractura de cráneo y de pómulo. “Dicen además que mientras unos le pegaban, había otro filmando y riéndose”, contó su madre.
“No es por defenderlo, porque como madre sé cómo es él, pero no puede ser que uno tenga reparo en llevarlo para que no le pase nada, y que te llamen al rato para decirte que lo golpearon. Es un chiquilín que tiene 17 años, está en tercero de Bachillerato. Nunca perdió un año, nunca quedó a examen. Juega al fútbol desde los 4 años, estuvo en la Selección de Paysandú con Parodi como técnico. Incluso hizo la prueba con Nacional. Ahora, si lo llegan a llamar, con este cuadro médico, tampoco sabemos cómo va a estar”, comentó a EL TELEGRAFO.
CAMBIOS EN LA FAMILIA
En tanto, la señora expresó que su hijo había sido citado para declarar “el martes (pasado) a las 15”. “Como estaba internado, presentamos un certificado del médico para que le dieran una nueva fecha, y posiblemente tenga que ir a Fiscalía la semana que viene. Nosotros como familia lo que queremos es que esto, no lo tenga que pasar alguien más. No puede ser que vaya a un baile y a la hora te llamen para decirte que está mal porque fue agredido”.
Por esta situación, además, el juven está perdiendo días de clases, de entrenamiento y su madre, por ejemplo, jornadas de trabajo “porque me interné con él”. Y, como toda la familia, “estamos pendiente de él todo el tiempo”. “Es una situación que te trastoca. Dentro de todo que se agilizó lo médico y agradecemos como nos han tratado desde el primer día en el hospital. Incluso el doctor Rossano que es el cirujano maxilofacial y quien lo operó”, dijo.