En El Espinillo no hay agua potable “ni para tomar una medicación”

En el barrio El Espinillo las tarrinas estánvacías y la falta de agua potable es crónica.

El barrio El Espinillo –en camino a Casa Blanca y camino a Colonia Paysandú– nuevamente no cuenta con agua potable, la que semanalmente debe ser entregada por la Intendencia de Paysandú pues en la zona no la hay. Los residentes la guardan en tarrinas y la van utilizando durante la semana. Pero en los últimos días debido a la intensa lluvia no pudo ingresar el camión cisterna contratado por la Intendencia, de acuerdo a lo expresado por el director general de Servicios, Federico Álvarez Petraglia.
Los vecinos, en tanto, expusieron la grave carencia y situaciones de enfermedad que no pueden ser debidamente atendidas ante la falta del vital líquido y la bancada del Partido Nacional presentó una Minuta de Comunicación dirigida al intendente Guillermo Caraballo.
Álvarez Petraglia, por su parte, aseguró que hoy miércoles “será enviado el camión con agua para los vecinos de la zona; no hemos podido realizarlo antes”.
Una visita al barrio -que ahora está bastante más poblado ante las medidas de la Intendencia que impiden asentamientos en la costa del Uruguay- el panorama es desolador, con las tarrinas totalmente secas. “No podemos bañarnos, ni lavar ni tomar agua. Hay que considerar además que lo poco que tenemos es lo que se recoge de agua de lluvia. Es un desastre”, dijo Carolina, una vecina. Agregó que “me encuentro operada y tengo que tomar cuatro litros de agua por día, pero es imposible. Parece que a nadie le importa nuestra situación”. Y subrayó: “no tengo agua ni para tomar una medicación”.
Esther expresó que “es cierto que se forma barro cuando llueve y un camión tan pesado no puede entrar fácilmente, pero tienen que pensar en todas las familias que hay aquí, que somos las que estamos sufriendo. Si estamos acá es porque en definitiva en el vertedero se puede conseguir comida. Y se reciclan algunas cosas con las cuales hacer algún peso”.
Yanina aseguró que “en cada casa hay seis, siete criaturas, que necesitan agua y también bañarse. Las maestras piden que los mandemos higiénicos, lo que está bien, pero sin agua no podemos hacer milagros”.
Kevin en tanto, aseguró que “acá hay muchas familias, sin agua no podemos estar, yo mismo hace días que ni bañarme puedo”.
UNA CANILLA PÚBLICA
Federico Álvarez Petraglia, director general de Servicios, dijo que “con los vecinos de El Espinillo hemos tenido un par de reuniones en el lugar, precisamente por este tema del agua potable, que reconozco que es grave, pero le planteamos una solución que ellos deben aceptar, porque había algunos vecinos que no estaban de acuerdo”.
Explicó que en el Vertedero “hay agua potable, por lo que podríamos tender una línea hasta la esquina de ambos caminos y allí colocar una canilla pública. Estamos seguros que sería una buena solución porque les quedaría cerca”. No obstante “hubo vecinos que expresaron que tendrían muchas dificultades para el traslado del agua hasta sus hogares. La verdad, deberían contar con algún carro que les lleve el agua, pero entendemos que tendrían siempre disponible agua potable fresca, no como ahora que se la lleva una vez por semana y queda por días en tarrinas, no siempre con la mejor higiene”.
YA ES “COSTUMBRE”
“Como ha sido costumbre durante esta administración, una vez más el barrio El Espinillo está sin agua”, indicó la bancada del Partido Nacional, a tal punto que “debieron hacer su higiene con agua de lluvia. No tienen ni para tomar”. “Todos los habitantes de ese asentamiento están con esa carencia debido a que no les han llevado un elemento tan vital como lo es el agua” agregó. Destacó la bancada que “se han hecho reuniones prometiendo la entrega dos veces por semana y en eso se han quedado, en las promesas. Han mentido a la gente. La situación sigue incambiada a pesar de que el director general de Servicios es otra persona”.
“No se puede concebir que exista un barrio en Paysandú donde la gente no tenga agua. Urge que se solucione de una vez y que sea definitivo” pidieron los ediles blancos, quienes advirtieron que “de lo contrario lamentaremos tristes episodios con niños enfermos y personas deshidratadas