Incertidumbre

A principios del mes pasado el Ministerio de Turismo realizó el lanzamiento de la próxima temporada turística en la Feria Internacional de Turismo de Buenos Aires, procurando atraer la atención de empresas de viajes y potenciales turistas argentinos hacia la oferta uruguaya.
La referida Secretaría de Estado viene trabajando en la promoción del país en los medios de la región y buscando estrategias para incentivar el turismo interno dado la gran incertidumbre con que transita el próximo inicio de temporada.
En este sentido, la situación económica en Argentina genera un gran interrogante al respecto dada la importante incidencia de nuestros vecinos en la ocupación y el consumo turístico estival, ya que son los principales visitantes que recibe el país cada temporada.
Aunque Uruguay ha hecho esfuerzos para diversificar la procedencia de sus visitantes –por aquella máxima elemental de “no meter todos los huevos en la misma canasta”– lo cierto es que de los 2.500.000 turistas que ingresaron hasta octubre pasado, un millón y medio fueron argentinos. La magnitud de la cifra demuestra, por una parte, una alta fidelidad del turista argentino con la oferta uruguaya para descanso y disfrute, pero también la persistencia de una alta dependencia de la situación argentina en los números y las cuentas del turismo en Uruguay.
Consultada al respecto, la ministra Liliam Kechichián prefirió no hacer pronósticos pero aseguró que los actores públicos y privados han hecho “todos los deberes” al tiempo que añadió en declaraciones a La Diaria que “hubo un esfuerzo de la hostelería en mantener los precios”. Tal como informábamos en nuestra última edición, la devaluación registrada en la moneda brasileña en los últimos meses ha vuelto más atractivo viajar hacia Brasil. En este sentido, recientes informes indican que la compra de pasajes a Brasil fueron ya “las estrellas del último Cyber Monday” en Argentina.
La permanencia de la intención de viajar entre los argentinos a pesar de los magros resultados económicos y el impacto que han tenido en la sociedad los ajustes tarifarios y la inflación también quedó de manifiesto en la alta ocupación –por encima del 90%– registrada el pasado fin de semana “largo” en la Provincia de Entre Ríos, hecho que fue tomado como “termómetro” por los operadores turísticos del vecino país. Esto último no es tan llamativo puesto que históricamente Colón y la provincia entrerriana siempre se han beneficiado con altas demanda de turismo interno cada vez que hubo crisis económica en Argentina, puesto que la clase media opta por quedarse en el país debido a que los destinos internacionales se les hacen prohibitivos.
De todas formas ello constituye una buena noticia para la oferta turística de la región aunque también refleja intenciones de veranear en Brasil, que se presenta como un destino mucho más atractivo que Uruguay y a precios de ganga con respecto a los valores que se manejan en el Este uruguayo, con precios que suelen alinearse más a lo que sería la Costa Azul mediterránea que a la realidad latinoamericana.
En tanto, nuestro país –que acaba de ser destacado como uno de los diez destinos a visitar en 2020 por la prestigiosa publicación Lonely Planet– renueva los beneficios a los turistas extranjeros manteniendo hasta el 30 de abril la devolución de la totalidad del IVA en servicios gastronómicos, catering y alquiler de vehículos a los no residentes en compras con tarjetas de crédito o débito emitidas en el exterior; además de la devolución de 10,5% del precio del arrendamiento de inmuebles y el tax free en los pasos de frontera. Los turistas extranjeros también se beneficiarán de una reducción del 24% en el impuesto específico interno (Imesi) para las gasolinas, en las estaciones de servicio ubicadas a un máximo de 20 kilómetros de los pasos de frontera.
Respecto a la restricción de la venta del dólar en Argentina, la ministra Kechichián dijo que el Ministerio está realizando una fuerte campaña para informar que los turistas del vecino país –que representan el 60% de nuestros visitantes– que en Uruguay pueden pagar con tarjetas y que las compras se pueden cargar en pesos argentinos, por lo que no se necesitan dólares para venir a Uruguay. Además, se trabaja en promoción orientada al público chileno, paraguayo y brasileño.
Por su parte, el subsecretario de Turismo, Benjamín Liberoff, señaló recientemente que en el período enero-setiembre de este año, Uruguay recibió más de 2,5 millones de visitantes y alcanzó 1.400 millones de dólares de ingresos, lo cual “en condiciones tan complejas con nuestro principal mercado, que es el argentino, es una buena señal”.
Al respecto, un estudio de la consultora CPA Ferrere prevé que desde el punto de vista numérico no va a variar mucho el turismo argentino, aunque el gasto podría contraerse.
En este contexto, y teniendo en cuenta que el verano pasado la recesión económica y la devaluación del peso argentino se tradujo en casi 400.000 visitantes menos respecto de la temporada anterior, es necesario atraer fuertemente a turistas de otras procedencias.
Por ejemplo, el arribo de brasileños ya no se concentra entre fines de diciembre y principios de enero sino que nos visitan en buen número cada vez que hay un fin de semana largo en ese país. Sin ir más lejos, hace dos semanas la hotelería de Montevideo se encontraba prácticamente colmada por la presencia fundamentalmente de brasileños en un fin de semana largo que coincidió en Argentina y Brasil. Otros 110.000 brasileños llegan a bordo de buques cruceros y 250.000 ingresan por motivos de compra en los comercios libres de impuestos (free-shops) uruguayos.
A todo esto, departamentos como Canelones y Maldonado están enfocando buena parte de su estrategia y promociones al turismo interno, en especial los visitantes provenientes del litoral del país y, en cuanto al turismo argentino, se focalizan en provincias como Buenos Aires, Rosario y Córdoba.
Entre las medidas que se ponen en práctica para incentivar el turismo interno se encuentran los beneficios tributarios para los residentes tales como la exoneración de nueve puntos de IVA con el pago con dinero electrónico, tarjetas de débito o crédito en restaurantes, bares, cantinas, confiterías y cafeterías, y en el alquiler de vehículos sin chofer. Además, se continuará con el paquete de 300 productos que mantendrán sus precios en los supermercados.
En virtud de la situación regional, es de esperar que las medidas antes mencionadas para atraer a turistas extranjeros y el apoyo estatal con beneficios para residentes nacionales que hacen turismo en el país, permitan que en la próxima temporada haya un buen movimiento turístico a pesar de las señales de incertidumbre. Si las medidas tomadas son suficientes, se verá con el resultado al final de la temporada. No será sencillo, porque por más descuentos y beneficios que se apliquen, competir con destinos turísticos brasileños de clase internacional donde se puede almorzar o cenar por 300 pesos uruguayos o menos, está fuera del radar para la economía uruguaya, donde un plato cuesta más del doble –o triple en la costa atlántica–. Y mal que nos pese, la suerte de la temporada no se mide sólo con el turismo de alta gama, sino que Punta del Este principalmente necesita del volumen de gente que solo la clase media argentina puede cubrir.
Y en la suerte de esta temporada, está también la de Uruguay de los próximos meses. La razón es simple: el turismo genera 116.000 puestos de trabajo en nuestro país, lo que equivale al 6,5% de todos los puestos laborales de la economía uruguaya, con un gran peso de las unipersonales y pequeñas empresas.