Primer Comando Capital había reclutado 80 presos y planificaba comprar armas

(SUBRAYADO)
El Primer Comando Capital (PCC) de Brasil había reclutado en Uruguay a más de 80 presos y planificaba rapiñas para comprar armas, chalecos y equipos de comunicación. En julio había llegado la primera advertencia desde Brasil sobre la formación de una célula uruguaya del Primer Comando Capital. El comunicado de las autoridades brasileñas estuvo dirigido a las jefaturas policiales de la frontera.
El Primer Comando Capital es una de las bandas criminales más numerosas y peligrosas del vecino país actualmente con 100.000 miembros y extensión a Paraguay y Bolivia. La investigación en Uruguay la lideró la fiscal de Estupefacientes, Mónica Ferrero, con el apoyo de la Dirección de Información e Inteligencia. Las escuchas telefónicas fueron clave para desarticular a la célula que ya se estaba formando, con la detención de dos de sus líderes por asociación para delinquir. Además dos mujeres fueron imputadas y enviadas a prisión domiciliaria. La célula del PCC era liderada por Fernando, un delincuente con varios antecedentes que cumplía prisión domiciliaria en Maldonado. Este hombre tenía el rango otorgado por el PCC de “general de la calle”, ya que el comando da escalafones dentro de la organización.
En las escuchas la policía pudo constatar que la banda planificaba rapiñas para comprar armas, chalecos y equipos de comunicación, hablaban de hacerlo vestidos de policías y de ingresar droga a la cárcel.