Alta mortandad de novillos en Artigas a consecuencia de altas temperaturas

La incorporación de sombra en los feedlots genera mejor respuesta en la producción.

Altas temperaturas que se registraron a fines del año pasado, la falta de sombra, de sistemas de aspersión para mojar a los animales y, de acuerdo a profesionales allegados al predio, también una dieta con alto contenido de maíz, generó que en el departamento de Artigas se registrara una mortandad de más de 200 novillos en un feedlot.
Sin embargo, se informa que este no fue un evento aislado. Representantes de empresas de venta de alimentos para estos sistemas de producción, concluyen que la cifra supera los 1.000 animales, de acuerdo a lo establecido por Tardáguila Agromercados.
El ingeniero agrónomo Alejandro La Manna, integrante del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) dijo que “si bien el estrés calórico en Uruguay, comparado con otras partes del mundo, no es de los peores, tenemos momentos que son realmente muy fuertes y tenemos que tener ciertas prevenciones para cuidar el ganado”.
En cuanto a las medidas que debe adoptar el productor en estos casos, la que mayor resultado ha tenido es “la sombra. El llamado sol y sombra reduce la radiación recibida en un 30%. Se debe hacer a una altura de por lo menos cuatro metros y de 3,5 metros cuadrados por animal. Si podemos tenemos que hacer una pendiente de 15 grados hacia el norte o el oeste”, expresó el especialista.
El profesional dijo que la incorporación de sombra en los corrales, en un trabajo realizado en los últimos tres años, ha arrojado un mayor porcentaje de respuesta en la producción. En el caso de los sistemas de aspersión, si bien han tenido una respuesta menor que la sombra, evitan el riesgo de mortandad, bajando medio grado la temperatura del animal y una vez que se comienza con la aspersión se recomienda realizarlo de forma intermitente, cada media hora.
Otro de los temas que remarcó La Manna es el cuidado con la ración suministrada en esta época del año. “Tenemos que evitar los excesos de proteína. Una dieta con alta proteína genera un mayor incremento calórico, debemos tener en cuenta que el animal recibe ganancia del medio pero además produce su propia ganancia y su propio calor interno, por ejemplo cuando comemos un guiso en invierno nos viene bien al cuerpo pero en verano nos hace transpirar; al animal le pasa exactamente lo mismo” explicó.
Recomendó incrementar los niveles de fibra en la dieta: “si bien eleva más el calor, disminuye el nivel de consumo de energía”, dijo el especialista. Ante una resignación de ganancias por el cambio de la dieta, La Manna dijo que “lo que tenemos que evaluar es si resignamos unos kilos o resignamos el animal entero, porque si usamos dietas muy peligrosas y estamos en esos días muy calurosos es muy problemático”.
Las categorías más expuestas a este problema son los animales cercanos a terminar, debido al nivel de grasa, animales que llegan al corral debido al estrés de cambio en su hábitat y los animales enfermos.

A CAMPO

Esta situación también se traslada para los animales a nivel de campo, por lo que se recomienda utilizar potreros con buena sombra, debido a que se pueden alcanzar pérdidas del 15% de ganancias, según trabajos realizados por INIA Treinta y Tres.
Al igual que en los encierres, se debe tener cuidado a nivel de las categorías más susceptibles, principalmente tanto en los terneros al destete como también de la vaca.

MÁS CONSEJOS

El verano es la estación más calurosa del año, y debido a las condiciones de altas temperaturas sumadas a los altos índices de humedad, los animales pueden sufrir de estrés calórico o térmico. Esta situación afecta a los animales negativamente, disminuyendo la productividad de los vacunos y en peores situaciones, poniendo en riesgo su supervivencia.
La doctora Valentina Herrera se refiere al estrés calórico y como se pueden disminuir sus efectos en la productividad, expresándolo en cuatro claves para mitigar el estrés por calor.
La responsable técnico en el departamento de Artigas para el Plan Agropecuario, sostiene que en caso de no contar con sombra natural, se sugiere las artificiales (techos, cobertizos, media sombra). Su dimensión debe ser de 4 metros de altura, 3 a 4 m² por animal y una inclinación de 15º para que no se acumule agua, preferentemente con dirección norte-sur. Estas dimensiones evitan que los animales se estresen y desarrollen enfermedades.
Los animales deben tener acceso ad libitum a agua de bebida, la cual debe ser fresca y de buena calidad. El consumo de agua puede llegar a duplicarse (vacas en lactancia y novillos en terminación consumen 80 litros por día). El frente de bebedero se debería calcular en 6 centímetros aproximadamente por animal.
Evitar arreos, castraciones, vacunaciones y transportes durante las horas de mayor calor. Organizar los trabajos para terminar antes de que comience el calor, no esperar al pico de temperatura para finalizar. Los animales deben tener buen estado sanitario ya que un episodio de estrés por calor podría agudizar cualquier enfermedad.
Se recomienda suministrar al ganado dietas con alto contenido energético (dietas frías). Recuerde que el animal frente al aumento de temperatura disminuye el consumo y aumenta requerimiento de energía, por lo cual hay que darle mucha calidad nutricional en poca cantidad.
Es importante para el productor conocer los síntomas de un cuadro de estrés calórico: aumenta frecuencia respiratoria, jadeo, disminución del consumo de alimentos y aumento del consumo de agua. En caso de ver un animal con aspecto muy grave se sugiere bajarle la temperatura de inmediato con baño de aspersión (manguera).