Dos hermanos de Dávila Cabrera terminaron detenidos al desacatar órdenes de la Policía

El joven fue retenido al intentar retirarse tras ser reconocido el casco que portaba como hurtado.

Un hombre y una mujer mayor fueron detenidos por personal de la Brigada de Tránsito (BT) con apoyo de GRT tras desobedecer a la orden de los efectivos en un desorden luego de un accidente de tránsito. Ambos son hermanos de Fernando Daniel Dávila Cabrera, quien murió el pasado lunes mientras era sometido a un arresto ciudadano dentro del Mac Center Shopping.
De acuerdo a información recabada por EL TELEGRAFO, pasadas las 18.30 se alertó a la Policía de un accidente en la zona de Wilson Ferreira Aldunate y Joaquín Suárez. Al lugar concurrió personal de la Brigada de Tránsito de Jefatura que constató que había dos muchachas lesionadas, entre ellas una adolescente embarazada.
Las mismas circulaban en la motocicleta Yumbo City, por Ferreira Aldunate al oeste. Unos metros antes del cruce señalado, la conductora (menor de edad e inhabilitada para conducir) fue sorprendida por la maniobra de una camioneta Citroën C15, que pretendió ingresar a un comercio. Éste ultimo rodado era guiado por un hombre.
Debido a que la muchacha embarazada aducía un dolor en la zona del abdomen, se tramitó la concurrencia de una ambulancia y su posterior traslado al hospital, así como su acompañante fue atendida por presentar erosiones.

CASCO ROBADO Y DESORDEN
Cuando la policía estaba recabado los datos de los rodados e involucrados, un joven se presentó como responsable del birrodado y colgó un casco integral en su brazo.
En ese entonces, una pareja de motociclistas que iban pasando, observando los vehículos, notó que el casco que portaba el joven era similar al que hacía dos días les habían robado desde la Terminal de Ómnibus. El conductor detuvo la marcha y se acercó a reclamar su casco, ya que además presentaba una abollón que reconocía así como el faltante de la visera. En tanto, el muchacho que sostenía el casco en cuestión respondió que no podía tratarse del mismo.
Ante la insistencia, el motociclista le dijo a los policías que había realizado la denuncia del robo del casco en la Comisaría Tercera. En ese momento, el hermano de Dávila Cabrera cambió su actitud y le dijo: “Llevate el casco si es tuyo”; para darse la vuelta e intentar alejarse a pie. Una mujer policía le ordenó que se detuviera, para llevarlo a realizar las averiguaciones al respecto; pero éste continuó la marcha apurando el paso. Cuando un policía de la BT lo alcanzó y le ordenó que retornara, el muchacho amagó con irse por lo que fue reducido en el piso por dos uniformados.
Esa acción causó molestia en el detenido, que se resistió y exigió que lo liberaran. Cuando el policía le dijo “Tranquilo”, éste rompió en llanto y exclamó: “¡Tranquilo una p…! ¡Hace dos días me mataron a mi hermano!”, buscando sensibilizar a su aprehensor. Incluso suplicó a los efectivos que lo soltaran diciéndole: “¿No son seres humanos ustedes? ¿No tienen familiares?”
El momento de mayor tensión se registró al llegar una hermana del muchacho que, visiblemente alterada, comenzó a insultar a los efectivos con palabras subidas de tono.
Se acercó a la ambulancia, donde estaban atendiendo a una de las lesionadas del choque, y amenazó con llamar a su abogado. Un policía le contestó: “Llame a quien usted quiera”. Pero la mujer, embravecida, respondió: “Me mataron a mi hermano ayer”. El uniformado le dijo: “No me interesa. No me señale ni me falte el respeto”.
La mujer continuó insultando y amenazando a los policías: “Yo llamo a mi abogado, a ver a quién vas a llevar preso vos”. Debido a su estado de alteración y al desacato a la orden de los uniformados, fue reducida y detenida.
No conforme con ello, la hermana de Dávila Cabrera continuó vociferando con las esposas colocadas, e insultó a viva voz a quienes la rodeaban. Junto a su hermano fue conducida en calidad de detenida.