Llega a su fin en esta jornada una nueva edición de Jazz a la Calle en la ciudad de Mercedes, un evento que convoca tanto a músicos como a visitantes que se acercan a escuchar música de calidad, tanto en el escenario central de Manzana 20, como en los alrededores, donde se realizan los toques callejeros. Pero más allá de la intensidad de 9 días en los que la música se respira en la capital de Soriano, la ciudad ha ido construyendo un atractivo turístico asociado a los centros de formación musical que allí funcionan.
Esta edición de Jazz a la Calle ha tenido un excelente marco de público, pero sobre todo ha tenido una multitudinaria concurrencia de músicos, que son la esencia del evento.
José Luis Perazza, director de Turismo de la Intendencia de Soriano, señaló que “ha sido un año extraordinario en cuanto a la cantidad de músicos que han venido, porque vienen unas 30 bandas, que son las que actúan en la noche, en el escenario principal, que son en promedio 8, 9 músicos, unos 200 músicos en total, pero después vienen miles, podemos decir por lo menos un par de miles de músicos que vienen por fuera, a los toques callejeros, a participar de las clínicas, a aprender”. Llegan a la ciudad convocados por la posibilidad de aprender, de intercambiar con músicos de mayor experiencia y si se da, hasta de compartir escenario.
“Las clínicas han sido este año la verdad que extraordinarias en cuanto al nivel que han tenido, de los expositores y cómo la gente, los músicos, se han prendido a seguir esas clínicas. Son parte de la formación y de lo que reciben los que participan en las clínicas, lo que deja para los participantes y para la música en general, ya que supuestamente después de esas clínicas hay mucho mejores músicos, o por lo menos músicos que tienen otra visión sobre las cosas que están haciendo”, dijo.
CONCURRENCIA
En cuanto a la presencia de público en Manzana 20, Perazza estimó que todas las noches se superaron las 3.000 personas, “salvo los dos días que hubo que suspender por alerta, que fue al teatro y fue reducido, porque no entran más de 700, 800 personas, pero afuera desbordaba de gente”.
Luego de los espectáculos de escenario, los músicos siguen compartiendo las “jam”, espacios de improvisación, a los que también se puede asistir. “También tienen una cantidad de público imponente, que eso también te muestra la cantidad de gente que viene realmente a ver el jazz. Alguna gente irá a ver la movida, a encontrarse con otra gente, a curiosear, pero viene mucha gente a disfrutar de la música. Eso te das cuenta cuando el público sigue respetuosamente a los músicos, cuando acompaña las jam”, afirmó.
También los toques callejeros, que tienen una impronta distinta por la cercanía de los músicos, han tenido muy buena concurrencia.
“Este año hemos agregado algunos toques por fuera, más allá de los que están establecidos por la organización ahí en el ámbito de Manzana 20, que es el barrio del Puerto, que además ese barrio desde nuestra oficina se trabajó durante muchos días preparando la decoración, que colocamos en el barrio, que está con banderas, con banderines, cosas colgadas, es decir, el barrio se asocia también a esta fiesta y eso da un sentido de pertenencia, de integración del turista con la música, con el barrio, con los vecinos, con la idiosincrasia nuestra, y todo eso hace que hayan sido jornadas espectaculares”, valoró el director.
Perazza estimó que al cierre de la semana habrán pasado por la ciudad unas 18.000 personas, “es una estimación. Son personas que visitan la ciudad durante estos 9 días, que es una cifra realmente muy importante de gente, que moviliza todo: desde el camping nuestro, que está repleto, hasta hoteles, casas de familia, casas en alquiler, lo que te imagines”. En Mercedes durante esta semana “en todos lados hay gente, en todos lados hay jóvenes con instrumentos al hombro, en todos lados encontrás chicos tocando y cantando. Eso es una cosa que no se puede explicar, eso se vivencia, es una integración, no solo sentarse a escuchar música, hay una mancomunión con el público que la da la cercanía”.
ASOCIACIÓN
Pero más allá de este evento puntual, la ciudad ha ido construyendo un vínculo con el jazz que empieza a dar rédito desde el punto de vista de la actividad turística. Por lo pronto “todo el año hay actividades, en febrero por supuesto que no, pero ya en marzo empiezan las clínicas mensuales, que normalmente vienen músicos reconocidos, o locales”, dijo.
En Mercedes funciona una Escuela de Jazz y Música Creativa, “que tiene más de 300 alumnos, y no tiene más porque no tiene capacidad, había más de 500 inscripciones, hubo que seleccionar porque no había capacidad locativa, a pesar que es un local grande”. También la universidad UTEC tiene allí una carrera de Tecnólogo en Música Creativa y Jazz. “Eso genera toda una movida cultural muy fuerte, y todos los meses hay clínicas con músicos destacados de distintos rubros, que dan sus clínicas y además hay un toque mensual. Normalmente se hace en el teatro 28 de febrero y es abierto, como todas las cosas acá, es gratuito para el público, entonces cada vez hay más gente que gusta de esto y además esto lo promocionamos, entonces hay excursiones, turistas que vienen de otros lados a disfrutar de ese día de toques. Normalmente salen en el barco catamarán Soriano 1, se hace un toque arriba del barco y se hacen otras actividades justamente buscando generar un polo turístico a través del jazz”. Aparte de estos eventos mensuales, todas las semanas “hay jam sessions y toques en muchos lugares, en restoranes y boliches en la ciudad, jueves y viernes hay diversos lugares donde hay jazz, música social, fusiones asociadas al jazz, que también van generando esa cuestión de ‘voy a Mercedes un jueves, un viernes, un sábado, y sé que en algún lugar además de comer o tomar algo, estaré disfrutando de buena música’, porque es hecha por los alumnos de estas escuelas y por los profesores, que son realmente de un nivel destacado”, indicó Perazza.
