Equipo departamental del Mides aguarda transición con Castaingdebat

La dirección departamental del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) y su oficina territorial aguardan un encuentro con el subsecretario designado de la cartera, Armando Castaigndebat, quien comenzará a recorrer el interior del país, en el marco de la transición con el gobierno electo de Luis Lacalle Pou.
“La información que tenemos sobre la gira del futuro subsecretario se basa en un intercambio que realiza con el equipo de dirección de cada oficina territorial, para conocer los programas y recursos humanos en cada departamento”, dijo a EL TELEGRAFO, el jefe de la oficina territorial, Ricardo Fleitas.

UNOS 50 FUNCIONARIOS
Reconoció que “el Mides es complejo, diverso y tiene un cometido básico con el despliegue de programas en los territorios para atender a las situaciones de pobreza y vulnerabilidad, desde su creación en 2005. Esa situación particular, en Paysandú, nos permitió la asignación de recursos humanos porque en el departamento comenzamos a trabajar dos personas. Al día de hoy tenemos una cifra cercana a 50 personas, algunos de ellos como funcionarios y otros contratados de organizaciones no gubernamentales que gradualmente en los últimos cinco años formalizaron sus situaciones, en un ministerio que no tenía recursos humanos”.
Consultado sobre la preparación de la información que presentarán las autoridades locales, Fleitas recordó que en noviembre elaboraron un informe sobre los trabajos efectuados durante el año. “Esa información es parte de un documento que se presenta en la Dirección Nacional de Gestión Territorial”. Allí resume la complejidad de sus programas que atienden desde la primera infancia hasta los adultos mayores, desde la atención de las situaciones de violencia basada en género hasta la discapacidad, atención a cooperativas sociales y programas de ruralidad, entre otros.

AMPLIACIÓN
La oficina territorial amplió sus instalaciones, ante un incremento en los recursos humanos. “Estábamos hacinados en una sola oficina y obligó a su ampliación” hacia la esquina de Florida y Montevideo. “Es necesario cuidar a los funcionarios por la complejidad de los problemas que atienden, las dificultades que enfrentan diariamente en la atención al público y llevar a una mejor atención del usuario. En este caso, el equipo que atiende a las situaciones de violencia de género, necesitaba un lugar más privado para llevar adelante la atención de mujeres que requieren privacidad”.
El jerarca departamental señaló que “ese será el espíritu de la transición. Esperemos que las nuevas autoridades den continuidad a los programas que significan el sostén para muchas familias. No debemos olvidar que sin esas prestaciones sociales, tienen problemas para brindar la alimentación y la educación de sus hijos”.
Fleitas consignó que algunos programas “han recibido muchas críticas, pero han logrado una reducción de la pobreza en cifras destacadas a nivel internacional. Teníamos un 35% al 7% registrado en el último año y con una indigencia casi insignificante porque ronda el 0,2%”.
Las intervenciones de los equipos técnicos se extendieron al medio rural. “El programa Ruralidad contó con un equipo que acompañaba a las familias vulnerables, así como las visitas para extender la tarjeta del programa Uruguay Social a personas en condiciones de pobreza o de extrema pobreza. Esto representa una ayuda de unos $ 3.500 para familias que lo utilizan en la alimentación de sus hijos”.

GÉNERO
La atención al género se llevó adelante por acuerdos interinstitucionales. “El trabajo sobre el género no es necesariamente algo específico para el Mides. Se realiza junto a otras organizaciones nacionales y los gobiernos departamentales. Eso significó la conformación de la Comisión por una Vida Libre de violencia basado en género, que es el nombre otorgado a partir del último marco legal con la Ley 19.580”.
El equipo de referentes desplegó un plan territorial anual y quinquenal 2015-2020. “Ese programa está en línea con lo propuesto por el consejo nacional. Desde ese lugar desarrollaron políticas territoriales que permitieron la conformación de un equipo para la atención de los varones violentos. En el último años se transformó en una alternativa a la atención que antes se centraba específicamente en las mujeres víctimas de violencia”, señaló Fleitas.
Explicó que “aquellos varones que entienden que tienen reacciones violentas en el trato a sus parejas, tal como ocurrió en Paysandú con el último caso, donde las informaciones extraoficiales apuntan a una situación vinculada a violencia de género. No es un tratamiento psicológico, sino que es una forma de entender y una rehabilitación social. Es una mirada educativa para la cual no fuimos formados. Hay que revisar esa formación y habilitar un nuevo tipo de vínculos. Para eso se formó un equipo que lleva un año de trabajo en Paysandú y brinda oportunidades, por orden judicial, a una atención por un equipo de profesionales”.
Anualmente la comisión departamental presenta un informe sobre la atención a las víctimas y a nivel departamental, las cifras son estables. “Son unas 130 mujeres que concurren a las consultas con diferentes técnicos, como abogados, el acompañamiento psicológico o planificación para la búsqueda de una solución habitacional porque es necesario que salga del lugar donde se encuentra. Además del número de mujeres atendidas, es importante la cantidad de intervenciones por cada una de ellas. Es, además, complejo porque se entrelaza con lo económico. En otras ocasiones está vinculado a la atención a la salud por las secuelas físicas y psicológicas para ellas y sus hijos”.