Un Jeep Willys CJ2 modelo correspondiente al año 1948, pintado de rojo, fue registrado por la cámara de nuestro fotógrafo. Posteriormente dialogamos con su propietario, Javier Duarte, quien nos manifestaba que lo había adquirido hace alrededor de tres años.
El propósito, nos expresaba, era comprar un vehículo de estas características para salir a recorrer los caminos del interior departamental, sus paisajes, acompañado de su familia. Obviamente que las características del Jeep con tracción 4 x 4 se adapta perfectamente cuando se trata de transitar por caminos vecinales y zonas de terreno no siempre transitables.
Para más adelante ya tiene planeado recorrer algo así como medio país en este vehículo que mecánicamente funciona muy bien. Manifestó asimismo que este Jeep no tiene el motor original, Cuando lo adquirió ya tenía como impulsor un motor Nissan de cuatro cilindros diesel, con caja de cambios Nissan con quinta velocidad. La transmisión y el diferencial continúan siendo las originales del Jeep, que se mantiene 4 x 4.
Comentaba también Duarte que una vez con el Jeep en su poder, reparó el motor en su totalidad, cambiaron camisas, pistones y aros, dejándolo a nuevo.
Reparó a nuevo todo el sistema de frenos, y lo mismo hizo con los elásticos y demás elementos de la suspensión.
La pintura la dejó tal cual estaba. Instaló el rodado original sustituyendo el que en su momento se le habían colocado, más ancho.
El Jeep tiene barras antivuelco y una capota denominada “bikini”, que cubre solamente la parte del habitáculo. En la parte posterior se ubican la rueda auxiliar y un tanque de veinte litros adicional de gasoil. Así, Duarte y su gente disfrutan de este Jeep Willys, un vehículo en su versión civil, tan tradicional y que precisamente en sus primeras versiones fue creado para servir en el gran conflicto bélico, pero luego pasó a ser tan útil para la vida civil.