Mascotas no convencionales: lo que hay que saber

Cada vez es más frecuente ver mascotas no convencionales en los hogares, ya sean exóticas o animales silvestres autóctonos, tal como si se tuviera un perro o un gato. Si bien también ha aumentado la adopción de los clásicos compañeros caninos o felinos, muchas veces rayando en el antropomorfismo, es notoria la preferencia por algo “diferente”.
Uruguay no escapa a esa oleada, y en Paysandú ya son varias familias las que en lugar de un gato prefieren un conejo –que no es tan “raro”, por cierto–, o suman erizos y hurones al grupo de mascotas que ya tengan en la casa.
En tal sentido, el veterinario Germán Matosas, que además de clínica de pequeños animales ofrece clínica de exóticos –que incluye todo aquel animal que no sea perro o gato– explicó a EL TELEGRAFO que “en Paysandú son muchas las personas que en lugar de gatos tienen conejos en los apartamentos, porque son más limpios, más tranquilos, y dado que existen conejos de raza con características que los hacen muy atractivos, suelen preferirlos. Aunque también las variedades que eran usadas para consumo son elegidas como mascota”.
Si bien los conejos o los hurones, y algunas especies de reptiles son comercializados libremente pues provienen de criaderos autorizados, existe gran preocupación respecto a las especies silvestres y autóctonas, cuya tenencia no está permitida por ley. “Solamente se pueden tener en la casa aquellas especies que son consideradas una plaga, por ejemplo los loritos verdes, las cotorras, y algunos tipos de palomas. Pero otro tipo de loros, procedentes de Brasil, u otras aves, no están permitidos y se debería denunciar ante la Dinama su tenencia o comercialización”, aclaró.
Enfatizó que “al adquirir un animal de ese tipo se está contribuyendo al tráfico de animales, que es el tercer negocio ilegal más grande del mundo. Hay numerosas especies que se están extinguiendo por el tráfico mundial de animales”. Resaltó que puede ser “maravilloso tener un loro brasileño en la casa, pero si ese loro fue adquirido ilegalmente, hay que pensar que por tener ese loro en casa, otros 9 murieron en el camino desde su captura hasta que ese único animal llegó a la casa”.
Aclaró el doctor Matosas que tratándose de especies de criaderos legalmente establecidos, “no hay problema con tener algunas variedades de tortugas autóctonas, hurones, erizos, conejos, porque son animales domesticados y que son autorizados por ley para su comercialización”. En este caso se cuenta con documentación y se deben efectuar trámites ante la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama).
TENERLOS, PERO EN REGLA Y CON CUIDADOS
Cuando existe interés por adquirir una mascota no convencional, es preciso informarse con fuentes serias, si es por Internet en sitios oficiales de entidades con incumbencia en la materia, o con profesionales expertos.
El doctor Matosas recomendó “no comprar por impulso”, pues es necesario entender que no son perros o gatos. Son animales diferentes, con necesidades de alimentación y hábitat específicas; no se trata de llevarlos a la casa, meterlos en una jaula y criarlos como a cualquier mascota.
Aclaró que “en el 99% de los casos las enfermedades y muerte que se presentan en este tipo de animales se deben al cautiverio”.
“Pueden ser animales saludables si les damos la alimentación correcta y el espacio adecuado. Pero es algo muy difícil de lograr en una casa, por ejemplo si es un ave, tiene que poder aletear, volar, ejercitar su musculatura. Si se trata de un erizo, debemos recordar que precisa una temperatura anual constante de entre 25° y 30°, por lo tanto en invierno pasará muy mal, y en lugar de vivir su promedio de 10 años, no llegará a cumplir 3. Además es insectívoro, y no existe ración para erizos en el mercado”, ejemplificó.
SI LOS ENCONTRAMOS…
Suelen darse casos de personas que encuentran animales salvajes autóctonos y ya sea porque están heridos, desvalidos, o por simple curiosidad, los capturan y se los llevan a la casa, para intentar mantenerlos en cautiverio.
Ante esto, el doctor Matosas recordó que lo mejor es contactarse con quienes tengan injerencia en el tema o puedan aconsejar qué hacer, pues sabido es que en el cincuenta por ciento de los casos los animales no sobreviven y si lo hacen es en condiciones que distan mucho de ser las ideales, además de ser una situación de ilegalidad. Pueden consultarlo directamente a él, a grupos de conservación tales como Coendú en nuestro país, o comunicar el caso ante autoridades de la Dinama a través de su sitio web.
Asimismo, toda persona que sea testigo de un caso ilegal de tenencia de animales salvajes autóctonos o exóticos, puede denunciar en forma anónima a la Dinama, también a través de Internet.
Aclaró que en el caso de animales autóctonos, se sigue el proceso que permita devolverlos a la naturaleza, como pasó recientemente con un zorro que fue encontrado en la zona de chacras al Norte de Paysandú. El doctor Matosas lo recibió de los vecinos, se establecieron los contactos con Coendú y con los permisos correspondientes de la Dinama se trabajó en la liberación del animal en forma segura.
COMBATIR LA ILEGALIDAD
Quienes deseen adquirir una especie no convencional, deben recordar una serie de detalles fundamentales antes de salir corriendo a comprar esa cacatúa inmaculada o ese simpático erizo.
En primer lugar, informarse para estar seguros de que podrán mantenerlo en las condiciones requeridas para su bienestar. En segundo lugar, razonar que si acceden a una compra ilegal, están promoviendo un comercio destructivo de especies –muchas al borde de la extinción o ya declaradas extintas en algunos territorios– y se corre el riesgo de caer en una infracción y perder la ansiada mascota ante la intervención de las autoridades.
Esto entre otros aspectos, como la contaminación de las especies autóctonas en caso de liberarse erróneamente un exótico entre ellas, además de la proliferación de enfermedades muchas veces desconocidas porque no se cuenta con información clínica suficiente sobre algunas de ellas, debido precisamente a su natural estado salvaje.