Repentina inundación de viviendas en Carlos Albo entre Tacuarembó y Salto; fue la tercera vez

Por tercera vez en menos de un mes, los vecinos de Carlos Albo entre Tacuarembó y avenida Salto vieron sus casas anegadas ante intensas lluvias, de las cuales -de acuerdo a los datos de las estaciones meteorológicas de Inumet y de Estación Experimental Dr Mario A Cassinoni- fueron las más leves. Inumet Paysandú informó que la lluvia caída fue de 19,4 mm, en tanto la Eemac midió 21,6 mm.
“En mi casa el agua entró al poco rato de comenzar la lluvia, a una altura de 15 o 20 centímetros”, dijo una vecina. El 26 de diciembre, el 6 de enero y ahora en la víspera, los vecinos se vieron sorprendidos por inundaciones repentinas de sus viviendas. “Siempre se inundó la calle; eso ha pasado durante muchos años, pero nunca hubo inundaciones de nuestras casas; nunca hasta ahora”, declararon vecinos.
“Algunos vecinos que estaban en sus casas pudieron poner los muebles sobre mesas o algo así, pero otros -como mi caso que estaba sola con mis hijos- no pudimos, así que con preocupación veo cómo están afectados varios muebles y el sommier. Otros perdieron sus heladeras, es una situación grave porque nunca había pasado hasta fines del año pasado”, agregaron.
Fueron claros al indicar que “esto ocurre desde las obras de avenida Salto; se subió el nivel de la calle y esta cuadra, que está en una zona baja, queda desprotegida y ante cada lluvia fuerte se nos inundan las casas. Es una preocupación nueva, que no solamente rompe muebles sino las propias viviendas, es una situación crítica y que no vivíamos antes que la Intendencia iniciara la obra de avenida Salto”.
Una anciana aseguró que “perdí mi ropero, estoy colgando mi ropa donde puedo”.
Esa cuadra, además, es la única en la zona que no tiene saneamiento. “Hace años se armó una comisión, pero como ahora nos pasa con estas inundaciones cada vez que llueve, la Intendencia no nos ayuda en nada”.
Empero, en la tarde de ayer, alrededor de las 16, Marcelo Romero, director general de Obras, se reunió en Tacuarembó y Batlle y Ordóñez con un grupo de vecinos para evaluar la situación y determinar un plan de acción. “Ocurre que el ancho de este ducto que ustedes ven acá (de unos 2,5 metros de ancho, en esa esquina) se reduce al otro lado de la avenida a un caño de un metro de diámetro. Eso provoca que el agua retroceda y se quede en esa cuadra”.
Dijo luego que hoy martes “vamos a enviar una máquina para hacer cateos a fin de apreciar qué hay debajo y cómo podemos ampliar el diámetro del desagüe. Si se puede lo vamos a hacer, de algún lado se conseguirán los recursos, pero lo vamos a concretar. A eso me puedo comprometer. A otra cosa por ahora no”.
En el camino del desagüe, bajo uno de los canteros, se encuentra el ducto que transporta residuos industriales, a poca profundidad, tan así que en una anterior Administración se prohibió el estacionamiento de vehículos en el cantero. Eso podría agregar complejidad a la obra. Romero aseguró que “los desagües no fueron proyectados para estas lluvias tan intensas, estamos ante una nueva realidad y tenemos que afrontarla, sabiendo que no podemos satisfacer las demandas de todos los vecinos a la vez”.
El Director General de Obras se comprometió a retornar la semana que viene para una nueva reunión con los vecinos. Estos afirmaron que “queremos una solución. Vamos a esperar hasta fines de febrero; si no la tenemos, vamos a comenzar a cortar la avenida; no lo queremos hacer, pero necesitamos una solución real y concreta”.

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