En la puerta del vestuario, el técnico de la selección Sub 17 de Paysandú, Álvaro Ilaharregui, ya se mostraba sereno luego del gran sacudón emocional que le produjo al plantel y a todo el grupo, esa victoria y clasificación obtenida cuando se moría el partido dejando afuera de la final a Salto, siendo que pocos instantes antes parecían que eran los naranjeros los que clasificaban a la final del Regional Norte Litoral de la Copa Nacional de Selecciones.
La gran pregunta era cómo se vivía esta situación. Y la respuesta, con mucha emoción, pero ahora ya con el tiempo de meditar, analizar: “La verdad que parecía que estaba cerrado el partido. Pero apostamos a la rebeldía de los jugadores. En el entretiempo incluso tuvimos una charla donde expresábamos que habíamos regalado treinta y cinco minutos. Y bueno: al final pudimos ganar el partido y de la foma más linda, en la hora de finalización”.
Y continuaba: “Trabajamos en eso de la paciencia pero también en la rebeldía, pero no solamente en este partido sino también en otros, porque una cosa que siempre pedimos es tener la paciencia necesaria con la pelota. Y bueno, estaba cerrado pero la gente ayudó impulsando al equipo para adelante y pudimos finalmente dar vuelta las cosas, empatar y en la hora pasar a ganarlo y lograr la clasificación”.
Se viene ahora una semana diferente de trabajo, “para tratar de planificar el partido, tratando de corregir lo que quizás nos faltó y acentuar lo que se hizo bien. Nos dijeron que el primer partido podría adelantarse para este viernes, pero eso no lo sabemos. Esperamos rival. Vamos a trabajar como siempre con la mayor seriedad. Esto es un premio para los jugadores, estar en una final no es poca cosa”.
Cumplida una etapa viene otra más importante. “La importancia está en el trabajo del día día y no solamente en la parte futbolística, sino en la formación del jugador, y vamos a seguir apostando a eso. Estas son las cosas lindas que te da el fútbol”, finalizó. “Chapatín”