La “increíble” historia de Juan Martín Fumeaux en Australia

El público se volcó con el sanducero y le pidieron selfies al cabo del partido contra España.

A los 17 años, afirma que vivió el “sueño del pibe”. Jugar con Uruguay el Mundial de tenis: la ATP Cup, que se desarrolló en Australia a principio de año. El sanducero Juan Martín Fumeaux, que se había subido el avión con la mentalidad de ser solo sparring, terminó jugando el duelo de dobles ante nada menos que España, en el que hizo ruido con su actuación junto a Ariel Behar.
“Ya en el viaje, mi cabeza cambió totalmente. Fue algo increíble. Tenía que aprovechar y disfrutar al máximo, sacarle el jugo a todo eso, y la verdad que lo saqué. Fue mejor de lo que pensé. Nunca creí que iba a jugar, mi cabeza estaba puesta en entrenar a full, dar todo de mí, ayudar al equipo pero nunca pensé que me iba a tocar jugar. Algo increíble”, aseguró Fumeaux con verdadero entusiasmo.
La lesión de Martín Cuevas en el torneo, dejó terreno libre para que el sanducero salte a la pista. Pero “Titi” supo que iba a entrar a la cancha “cinco minutos antes” del partido. “Para peor, contra España, el último campeón de Davis, favorito con el número uno del mundo en ese momento (Rafael Nadal). Entonces, cuando terminó de jugar Pablo (Cuevas) con Nadal, el capitán me dijo: ‘Titi preparate que jugás el dobles’. Ahí ya me puse demasiado nervioso. Si me hubiera dicho el día anterior, me hubiera preparado más”.
Behar, más experiente y uno de los mejores doblistas de la región, lo calmó, le insistió que disfrutara del juego, que hiciera lo que sabía hacer y, así, más suelto, Fumeaux ganó en tranquilidad. “Fue un buen partido, no se esperaban que jugáramos así”, comentó el juvenil, de un encuentro que España venció por 6-1, 3-6 y 10-3.
“El primer set duró 20 minutos, fue una paliza. En el segundo empezamos a ganar el saque, y cuando quebramos ellos se empezaron a preguntar qué pasaba. Ganamos el segundo set y en el súper tiebreak se nos fue el partido. Para mí fue increíble, jugar contra esos jugadores, ante toda esa gente, nunca me había pasado jugar en un estadio así tan grande. Lo disfruté al máximo”.
Era tanta la emoción de Fumeaux, que por la televisión se lo veía siempre riendo, “porque no podía hacer otras cosa por la felicidad que tenía. Ese partido fue sobre todo felicidad, algo totalmente nuevo”. Al concluir el cotejo frente a los españoles, el público le prodigó una fuerte ovación, “una cosa increíble”. “Me pedían fotos y autógrafos. Me preguntaba qué hago yo acá, de Paysandú, entrenando en Buenos Aires, y me pasaba esto. Fue un sueño. El sueño del pibe”.
Fumeaux relató que tiene todo ese partido grabado en su celular, además de que tiene aparte en el mismo aparato los dos mejores puntos que hizo. “Los miro todo el tiempo. Me cambia, me pone feliz, me motiva. No los borro más. Todo esto fue un cambio para mí, ahora tengo una motivación extra. Cuando volví a Buenos Aires estaba con muchas ganas de entrenar. Que vale la pena”.
El tenis profesional también lo deslumbró desde el punto de vista de la infraestructura: el estadio, la zona de vestuarios, el comedor, la sala de fisioterapia, “todo de primera”. “Aproveché al máximo tener eso al alcance de la mano”, destacó el tenista sanducero, para quien la pista dura –como buen uruguayo está más acostumbrado al polvo de ladrillo–, le resultó muy cómoda. “Me encantó, luego no querés jugar en otra” superficie.
Cuando se acabó la historia en Australia, Fumeaux retornó a Buenos Aires –donde entrena– para preparar el Challenger de Punta del Este, el Punta Open, al que en singles accedió tras ganar un triangular. “Fue mi primer Challenger en Uruguay”, destacó.
“Titi”, que la semana pasada estuvo por Paysandú, afrontará ahora el Future de Punta del Este que tendrá lugar a partir del lunes 17, para luego enfocarse en otro certamen en Córdoba y, más tarde, en uno en Buenos Aires. Por el momento, en marzo no tiene nada previsto.