Una posible nueva playa para Paysandú

Vista a vuelo de pájaro de la costa al norte de Antonio Estefanell, con el río en cota 70 centímetros. Nótese la poca profundidad de la playa por decenas de metros, y en sentido opuesto la suave pendiente hacia la costanera.

(Nota de opinión) Ya hace varios años que los sanduceros recuperamos las playas del río Uruguay para baños recreativos, tras la construcción de un nuevo colector industrial a principios de la década de 2000, que canalizó los efluentes de las fábricas hacia el sur de la ciudad.
Desde entonces los sanduceros han ido tomando confianza al río y actualmente se vuelcan en masa a la costa para aliviarse en los sofocantes días de verano, en especial cuando azota una ola de calor.
Es que a pesar de la alarma ante la supuesta contaminación de las aguas, frente a Paysandú las condiciones en general son buenas, hasta mejores que las que se presentan en lugares mucho más turísticos como Colón, que recibe decenas de miles de veraneantes. Y como prueba de la calidad de las aguas, basta ver que la estadística de enfermedades que prevalecen en esta época y que históricamente fueron multiplicadas en su alcance por las aguas del paterno –hepatitis, diarreas, vómitos, otitis, conjuntivitis, etcétera–, no presentan ningún desarrollo extraordinario, cosa que sí ocurriría si por ejemplo el agua estuviese todo lo contaminada que muchos tremendistas consideran.
Pero la presente nota no es para hablar de la calidad de las aguas, sino de una visión a largo plazo de la costa sanducera.
Como hemos planteado prácticamente en cada verano, las posibilidades de desarrollo de la ciudad mirando hacia el río están bastante acotadas. Hacia el sur, la zona de la ex playa Mayea es un área perdida, en primer lugar por la contaminación debido al vertido de las aguas negras de la ciudad y del colector industrial. Pero además para ganar ese espacio para toda la ciudad habría que realizar una gran intervención en el barrio circundante, que sería algo necesario pero de muy largo aliento.
En cambio, hacia el norte, más allá de Antonio Estefanell, hay un importante sector con gran potencial y que actualmente ya disfrutamos como espacio verde, pero que podría convertirse en la gran playa de Paysandú.
Más allá de la contaminación que podría estar afectando el agua de ese sector de la costa –y que se podría atacar de alguna forma–, la ribera presenta condiciones extraordinarias para la recreación con seguridad. El suelo es bajo con suave pendiente hacia el río, por lo que se puede ingresar al agua por muchos metros sin riesgo de perder pie, y además no hay corrientes fuertes.
La superficie “seca” es muy amplia y si a todo eso se le va cubriendo de arena durante años, a la larga quedaría una playa extraordinaria, espaciosa, segura y con posibilidad de ser utilizada con el río en una altura de hasta 3 metros o más, puesto que la costanera está sobre la cota 5.
Además se podría rellenar y construir al Este de la calle, lo que hoy es bañado sucio y sin afectar el sector que se desea conservar como humedal. Podrían establecerse allí las discotecas, lejos de zonas densamente pobladas, u otro tipo de instalaciones que tengan relación con el río o la gastronomía. O incluso podría ser un barrio de lujo, puesto que es el único lugar de Paysandú con vista al río.
Es cierto que actualmente es una zona non edificandi, pero eso se puede cambiar. En definitiva se trata de construir a la altura adecuada o el tipo de construcción que no se vea afectada por una creciente.