El 28 de marzo de 2018 quedará marcado por siempre en el corazón y la memoria de los integrantes de la Policía sanducera y también de la población. Esa madrugada, el agente Juan Carlos Oviedo Custodio, de 25 años, fue asesinado de un balazo cuando trataba de proteger a una señora que estaba siendo asediada por su exyerno en una finca de Quebracho. Como consecuencia de este trágico hecho, se debió sumar el dolor por la muerte de la señora a quien Oviedo quiso resguardar. Todo terminó con el posterior suicidio del doble homicida cuando era intensamente buscado por tierra y aire.
El caso del “doble homicidio de Quebracho” no solo marcó a los habitantes de esa ciudad, sino que a todo Paysandú porque cada uno hizo propio el dolor ante la muerte de otra mujer y la de un policía lleno de sueños que empezaba a transitar camino sirviendo a la fuerza que tanto amaba.
A dos años de su inesperada partida, el Comando de Jefatura de Policía, personal administrativo y de la escala básica, sus colegas de la Comisaría Sexta de Quebracho lo recuerdan con dolor y con orgullo. La mezcla no es fácil. Por un lado les tocó despedir a un compañero e hijo de un policía que estaba al servicio; y por otro sabiendo la valentía que implicó poner su vida en riesgo ante la posibilidad de salvar la otra persona.
Actualmente, la fotografía del agente Juan Carlos Oviedo Custodio tiene un sitial de privilegio en la Comisaría donde trabajó, en tanto en su homenaje se designó con su nombre la Unidad Especializada en Violencia Doméstica y de Género.
