Álvaro Medina mira por la ventana de su apartamento, y solo ve desolación. Por la calle Puelles, en la zona céntrica de Valladolid, no hay alma que se anime a transitar.
Es que los españoles viven horas durísimas, llenas de muerte e incertidumbre debido a la pandemia de coronavirus.
“Hoy (ayer) han muerto más de 800 personas. Italia tiene 10 mil fallecidos y nosotros estamos segundos con 6.500. En China no sé si quedó en más de cuatro mil, pero si analizás el porcentaje esto que estamos viviendo es un disparate”, dijo angustiado desde el otro lado del Atlántico este pelotari sanducero, triunfador en Europa, que está nervioso por lo que pueda suceder en su tierra.
Cuando las cosas comenzaron a complicarse en serio en España, “el gobierno tomó la medida de no salir a la calle, y está multando con mil euros a quien encuentre afuera, porque la gente no se lo tomaba en serio”.
“Anda la policía militar, y salvo los días de semana en los que puedes ir a comprar al supermercado o la farmacia, las únicas dos cosas que están abiertas, no puedes salir. Y tienes que mostrar el ticket de compra si te paran”, agregó.
Álvaro Medina se olvidó de la paleta y de la gloria en los frontones de España y Europa. Pero no se olvidó de lo que pasa de este lado del mundo.
“El gobierno, tanto el italiano como el español, empezó a moverse según dicen ellos mismos unos 20 días después de lo que realmente se tenían que haber movido. El virus estaba en China, había salido a la luz, y tendrían que haber cerrado la frontera. Los italianos dejaron entrar a gente que llegó de China y se contaminó todo”, contó.
“Ellos te dicen que tendrían que haber actuado antes porque esto, lo que estamos viviendo, es una masacre. Y me gustaría transmitirle un mensaje a la gente de Uruguay y especialmente a la de mi Paysandú: que se actúe con tiempo, y que se queden en casa. Esto es realmente serio”, sumó acongojado. Medina dejó en claro que “es una situación difícil para la gente, estamos encerrados en mi casa hace 20 y pico de días seguro, y solo salgo para hacer las compras al supermercado con guantes y mascarilla, protegido porque está terrible la cosa. Han cerrado empresas, fábricas, y esto va a traer una crisis económica increíble en España. Y tengo la necesidad de transmitirle a la gente de Uruguay que se dé cuenta que de que es fundamental quedarse en casa para frenar esto”.
Medina habla y repite que espera que por estos lados se pueda tomar conciencia antes de que todo pase a mayores. “Acá se tomó realmente conciencia cuando el gobierno se puso duro. Comenzó con la recomendación de quedarse en casa, luego vio que la situación seguía y tomó otras medidas porque la gente no hacía caso. Es real eso de que al principio nadie le daba importancia. Ayer hablé con el presidente del club (el Puertas Bamar) y comentábamos que ni él ni yo pensamos que se iba a ir tan a lo grande. Nos está sorprendiendo a todos, la gente que está muriendo. Y la gente está asustada, se están montando carpas de los militares en las calles para atender a los enfermos porque no hay más camas en España”.
Su pensamiento no sale de esta situación. Apenas se le escucha una sonrisa cuando se le pregunta cómo se las arregla para entrenar. “Estoy viviendo en un apartamento de 100 metros cuadrados, con dos gurises chicos, imaginate ¿qué entrenamiento puedo hacer? Este año no sabemos si va a seguir la parte deportiva. A los frontones como mínimo pueden ir 200 personas, entonces se está barajando que la temporada se va a bajar. El deporte profesional en España se debería parar”, aseguró quien informa de pasada que solo intenta cuidarse en las comidas.
El pelotari multicampeón asegura que no puede sacarse de la cabeza el desastre que ocasionó la llegada del coronavirus. “Mira: estoy aquí desde 2001, cuando me trajeron para jugar. Y te puedo asegurar que de esta experiencia no me voy a olvidar hasta que me muera”, dice con un dejo de tristeza.
Medina vuelve a remarcar el pedido de que los sanduceros se cuiden. “Yo les cuento lo que está pasando, y que hay que tomar conciencia de que es algo serio. Es bueno conocer la situación y agarrarla a tiempo, y no esperar a que llegue a Paysandú y haya 200 contagiados para tomar medidas y quedarse adentro. Ya falleció una persona en Uruguay, por lo que hay que quedarse en casa; puede lamentablemente servir para que se tome conciencia”, expresó.
“No me ha tocado lamentar una muerte cercana, pero esto es muy duro, y permanentemente pienso en la gente que se está quedando sin sus familiares. Por eso lo voy a repetir una y otra vez: que la gente de Paysandú sea inteligente y no piense que esto no puede pasar como sucedió aquí, porque sí pasa”, agregó. Y volvió a mirar por la ventana, como esperando que hoy las noticias sean mejores.
