Unos 45.000 trabajadores de la construcción cobran licencia especial hasta el 12 de abril

El período especial para la construcción finalizará después de la semanade turismo, pero el panorama es incierto en los próximos meses.

Luego de un acuerdo entre el sindicato de la construcción (Sunca), las cámaras empresariales y con el aval del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, unos 45.000 trabajadores de la industria que incluye a las ramas anexas como las extractivas, cerámica, hormigón y peajes, percibirán el cobro por única vez de $16.505,52, desde el martes y hasta el 5 de abril, que extenderán hasta el 12, ante el feriado de la Semana de Turismo.
Esta licencia especial permitirá tomar medidas de aislamiento entre los trabajadores para evitar el contagio y propagación del coronavirus.
“Veníamos de una actividad importante, con un crecimiento sostenido entre 2014 y 2016, que tuvo un pico de hasta 72.000 trabajadores registrados en 2013, en comparación con unos 13.500 durante la crisis del 2002. Con el retiro de inversiones extranjeras directas, la caída de los commodities y de la ocupación, llegamos al 2017 con unos 39.000. A partir de allí, quedamos en una meseta con un promedio de 45.000 trabajadores registrados. Es cierto que perdimos unos 20.000 puestos de trabajo, pero el promedio histórico fue de 38.000 y hoy estamos por encima”, dijo a EL TELEGRAFO el presidente del Sunca a nivel nacional, Daniel Diverio.
Explicó que el sector mantiene expectativas de crecimiento ante la instalación de la segunda planta de UPM, con las obras del ferrocarril central y la ampliación del puerto de Montevideo. Sin embargo, “con esta situación el panorama es complejo porque encontramos una serie de preocupaciones. Como sindicato no definimos otras actividades, como plenarios o asambleas y luego de recorrer los lugares de trabajo para ver las condiciones de higiene de comedores y vestuarios organizamos reuniones con las cámaras empresariales y el gobierno”.

FACTORES DE RIESGO

La licencia especial “nos permitirá tener una ventana de oxígeno hasta después de la semana de turismo porque el trabajador de la construcción va hacia donde están las obras. Durante el año se traslada miles de kilómetros y eso es un factor de riesgo”.
Diverio señaló que “la construcción emplea a un altísimo porcentaje de personas con más de 60 o 65 años porque es difícil poder juntar 30 años de aportes para jubilarse. Por lo general, después de los 60 años siguen buscando la changa”.
A nivel nacional, se llevan adelante obras que convocan a centenares de trabajadores. “En UPM hay unos 500 operarios en la obra y otros 300 en zonas periféricas. La planta de cemento en Treinta y Tres tiene más de 700 trabajadores y en el puerto de Montevideo hay más de 400. Es poco espacio y se vuelve complejo”. El dirigente ejemplificó que “los trabajadores de UPM se quedan en Paso de los Toros o en Pueblo Centenario, donde hay muchas casas alquiladas que habitan 4 o 5 trabajadores de la construcción y si hay contagios, se dificulta lo que pueda ocurrir en esos pueblos chicos”.
La licencia especial “es necesaria para una cuarentena, pero incluso es una respuesta solidaria porque con el aporte de todos cubrimos esta partida única para quienes tienen pocos días aportados. Los trabajadores que ingresaron a una empresa el 16 de marzo, también reciben el beneficio”.
El 45% de esta partida que cobrarán por única vez es financiada por las cámaras empresariales, el 30% por el Estado y el restante por los trabajadores. “Es un costo para el Estado ahora, pero en realidad es un ahorro. De lo contrario, le sale tres veces más caro porque sería financiado solo por el BPS como si fuera un seguro de paro común”, señaló.

EL FUTURO

Consultado sobre las expectativas planteadas al finalizar este período especial de licencia, el dirigente reconoció: “Ojalá que tengamos una expectativa diferente y el día 13 se retomen todas las tareas, pero las condiciones sanitarias, según los anuncios, serán más complejas”.
Diverio recordó que el sindicato se sumó al planteo del Pit Cnt, “de generar las condiciones para una renta única y quienes no tienen acceso a prestaciones puedan responder al aislamiento. Para eso hace falta voluntad política y, ante las movilizaciones realizadas, insistimos que no son contra el gobierno sino a favor de quienes se encuentran en peores condiciones. La situación es compleja, pero hay espacios que pueden utilizarse en la economía para mejorar a los más carenciados”.

OTROS SIGUEN

Los obreros de la construcción que llevan adelante la ampliación del CTI de niños en el Hospital Pereira Rossell continúan con las tareas y resolvieron aplazar esta licencia. Una situación similar ocurre en el Hospital Maciel, donde se llevan adelante las obras de ampliación en el laboratorio que cuenta con un equipo para la detección de casos de coronavirus. El equipamiento, requerido antes del brote mundial y posterior pandemia, analiza las mutaciones genéticas de diferentes tumores y personaliza los tratamientos oncológicos.
En Florida, los trabajadores continúan con las obras de ampliación de un centro de salud para tratamientos oncológicos y en el Hospital de Soriano una brigada solidaria sigue adelante con el arreglo de los techos del patio del nosocomio, para que las ambulancias puedan estacionar y descender a los pacientes cuando llueve. “Y si hay alguna otra situación, nos avisan porque concurrimos con la brigada ‘Agustín Pedroza’. Nuestras sedes sindicales, tanto en Paysandú como en otros departamentos, están a las órdenes para situaciones de contingencia y ayudar a personas en situación de calle”, concluyó.