Efectivo policial abastecía de droga a bocas de venta de Tacuarembó

Un policía que prestaba servicios en la capital del país fue condenado por la Justicia al comprobarse que era quien abastecería de droga a varias bocas de venta de la ciudad de San Gregorio de Polanco, en Tacuarembó. Con él, cayó además el encargado de uno de los puestos de venta, que fue detenido en la ruta 43 cuando se trasladaba junto al policía hacia el vecino departamento.
La operación denominada Costanera se inició el 27 de marzo pasado por la Brigada Departamental Antidrogas y en coordinación con Fiscalía de Paso de los Toros, a cargo de la doctora Daniela Revello. Las pistas que manejaban llevaban a señalar a un policía de la Guardia Republicana, oriundo de Tacuarembó, como nexo importante de la organización delictiva. Se sabía que éste, de iniciales D.I.F.R. –integrante de una familia de policías–, conseguía la droga en una boca de venta de Las Piedras, Canelones. Desde allí, con cargamentos que no llamaran la atención, el uniformado aprovechaba a visitar a su familia para hacer las entregas en San Gregorio de Polanco.
En el marco de la investigación, éste fue detenido en el kilómetro 51 de la ruta 43 cuando se desplazaba a bordo del automóvil Suzuki, matriculado como AAW 3273, junto a Pablo Narciso Ferraz, de 47 años, poseedor de antecedentes penales, y una mujer. En la ocasión incautaron 168 gramos de cocaína, que llevaba Ferraz, el auto y el arma de reglamento del policía.
Paralelamente, la Brigada Antidrogas realizó cuatro allanamientos en la ciudad de San Gregorio de Polanco, donde fue detenido D.R.F.R, hermano del policía y quien también reviste funciones en la fuerza. Otro procedimiento similar se realizó en Las Piedras, donde se detuvo a G.J.C.S, y se incautaron 307 gramos de cocaína y 47 envoltorios de marihuana prontos para su comercialización.
Culminada una parte de la instancia, el Juzgado Letrado de Paso de los Toros dispuso la formalización y condena por juicio abreviado del policía D.I.F.R., y de Pablo Narciso Ferraz, por “un delito continuado de violación al artículo 31 del decreto ley 14.294 con la pena de cuatro años de prisión efectiva para el primero y dos años y seis meses para el otro. Por su parte, la mujer que iba en el automóvil (A.P.M.F) fue formalizada por el mismo delito pero en calidad de coautora, disponiéndose la medida cautelar de prisión preventiva por 30 días. Los tres fueron entregados en la Unidad 26 del INR en Tacuarembó donde cumplirán su condena; aunque en el caso del policía se estudiará remitirlo al Comcar.