El 1º de marzo del 2020 amaneció soleado, brillante. Un nuevo Gobierno asumía y las expectativas de muchas personas se hacían sentir acompañando ese maravilloso día.
A tan sólo 13 días de instalado, surgen los primeros casos de la pandemia que azota al país: el coronavirus.
En un encuentro virtual con la Fundación para la Libertad, se presentaba a nuestro Presidente como alguien que nos llena de admiración.
El talentoso escritor, autor de innumerables textos, ganador del Premio Nobel de Literatura, Don Mario Vargas Llosa se refería a Luis Lacalle Pou como el “flamante Presidente, quien hizo una brillante campaña electoral”.
En esa oportunidad manifestaba: “…enfrentó de manera original y exitosa la pandemia, se negó a confinar de manera obligatoria a los uruguayos, se limitó a recomendarles que tomaran las precauciones de vida que recomendaba la sanidad del país…”
Asimismo, ha considerado que las consecuencias, tal vez sean las mínimas, producto de una decisión muy acertada.
Palabras de un referente mundial como lo es Vargas Llosa no hacen más que enorgullecernos y distinguir la gestión de este equipo que hoy gobierna nuestro país.
Para el Sr. Presidente de la República, lo más fácil hubiera sido el confinamiento obligatorio, además de ser una medida que muchos eruditos aconsejaban, inclusive el propio expresidente, el Dr. Tabaré Vázquez.
Pero Lacalle pensó en lo que muchas veces había tenido oportunidad de escuchar y debatir: el concepto de libertad.
Una cuarentena obligatoria implicaba cortar esa libertad personal, implicaba impedir parar la olla de quienes a diario salen a la calle a hacer algún peso para la comida, entre innumerables desastres.
La estrategia comunicativa fue tan buena que hubo un acatamiento ejemplar.
Y por suerte que nos llegó la pandemia con este gobierno y no otro, porque si no hubiera sido una catástrofe.
Sabemos que quienes aún no han asumido la derrota y siguen sangrando por las heridas, fueron los primeros en defender una cuarentena obligatoria, porque como siempre, no pensaron en el pequeño comerciante, en el changador, en el jornalero, en quienes a pesar de ser “chicos” mueven la cadena productiva.
En cambio se dedicaron, como siempre, a vapulear por las redes sociales, a generar enfrentamientos en vez de aportar a la sociedad.
Suerte que el Frente Amplio no fue quien enfrentó al coronavirus, porque sin lugar a dudas, con las evidencias de 15 años y las declaraciones de varios de sus integrantes, Uruguay se hubiera quedado encerrado, preso de la negligencia que padecimos en tres períodos de gobierno.
Pero como los “hubiera” no existen, no pasó. Pensemos en lo que sí está haciendo el equipo del Dr. Lacalle Pou.
Ha implementado medidas económicas tales como los seguros de paros especiales, apoyo para Mides, ayuda para las empresas unipersonales, retención de un porcentaje de los salarios más altos, vigilancia estricta en fronteras que ha permitido disminuir diversos delitos, la educación enfocada en lengua y matemática con clases virtuales y presencia voluntaria, la que ha llegado a un excelente porcentaje de presencialidad, medidas sanitarias de primer nivel, entre incontables acciones tendientes a apoyar al ciudadano.
Esto no ha culminado aún, es un partido muy difícil, pero que con responsabilidad y acatamiento de las sugerencias del Gobierno se puede lograr controlar.
El deseo de todos es la obtención de una vacuna para inmunizar, pero mientras, se deben tomar todos los recaudos para prevenir que se desate una catástrofe.
Estamos preparados, tenemos el mejor equipo, ¡apoyémoslo! ¡Usa el tapabocas! ¡Lávate las manos!
Prof. Gabriela Gómez Indarte
Edil Partido Nacional