Uruguay alerta ante la presencia de importante manga de langostas que proviene de Argentina

Aunque cueste creer por la época en que se da el fenómeno y porque su forma de reducir el impacto son fundamentalmente las heladas, una manga de langostas que ingresó, en primera instancia el 21 de mayo pasado desde Paraguay a Formosa (Argentina), ya amenaza a los productores del litoral oeste de Uruguay, al encontrarse a poco menos de 180 kilómetros del río Uruguay.
“Es raro que suceda en esta época del año, y la última vez que se apreció una manga de langostas en nuestro país fue en 1955”, dijo la entomóloga del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) Lucía Miguel. Y precisamente el antecedente sostiene que “fue en abril y mayo, siendo raro que en junio sigan volando en masas”, entiende la experta.
Se aguarda que no llegue a Uruguay porque sostiene que “en este tipo de casos el frío debería matarlas antes, pero la alta humedad y condiciones favorables para su presencia, ha determinado que desde el ingreso a Argentina han arrasado con todo a su paso”.
En cuanto a cultivos que puedan ser susceptibles si ingresan a Uruguay, se indica que comen todo lo que está a su paso. “No se puede hacer mucho porque el estado adulto no se controla, sostiene Miguel. El insecticida recomendado que “se sabe que las mata es el fipronil, pero en Uruguay está prohibido y no sería efectivo en las langostas adultas”, dijo.

ARGENTINA

Desde el ingreso al vecino país, en Corrientes se han detectado grandes pérdidas en plantaciones cítricas, hortícolas y también en algunas zonas de yerba y plantaciones de té. En Santa Fe afectó campos de trigo y avena de pequeños productores. Pero todavía no hay un registro real del impacto causado por la manga de langostas.
Los especialistas creen que si se dan las condiciones climáticas previstas hasta ahora, el grupo de insectos, que cubre aproximadamente 10 kilómetros a la redonda, y que ya llegó a Entre Ríos, podría emigrar hacia Uruguay o Brasil. Todo depende de la cuestión climática de las próximas horas, sobre todo el viento, aclararon. Una manga de langostas de 10 kilómetros cuadrados equivale a 350.000 personas comiendo.
Según Héctor Medina, jefe del programa de Control de Langostas y Tucuras del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria, (Senasa) “es una plaga que se mueve con el viento y las temperaturas”.
Dijo que los daños en la provincia de Formosa “no fueron tan relevantes. Afectó a pequeños productores de cultivos de maíz, mandioca y caña de azúcar, pero todavía no se ha relevado el dato de lo que representa en el impacto”.
Sobre los cultivos de Santa Fe, señaló que mayormente se están presentando en campos de trigo en proceso de crecimiento. “Ya hubo denuncias en esa provincia a fines de la semana pasada, pero sabemos que el impacto no ha sido considerable, no lo tenemos tan concreto porque la manga se va moviendo”, añadió el profesional a La Nación.
Si bien el especialista resaltó que la langosta es una plaga rural, a veces avanza sobre las zonas urbanas. No obstante, aclaró que “no causa ningún daño directo al ser humano, ya que se alimenta de vegetales y no hay riesgo para la salud de las personas”.
Una de las soluciones, indicó, sería bajar la población. “La langosta es nativa de la región y ahora superó el nivel del umbral. Es migratoria y transfronteriza, para controlarla se hace un monitoreo temprano, pero este grupo viene de Paraguay. En este momento, estamos trabajando en un plan de manejo de la langosta sudamericana, por eso se dan las alertas tempranas entre fronteras”, resaltó.
Según manifestó Medina, en Corrientes desde hace 73 años no se presentaba un grupo de langostas de esta magnitud, aunque señaló que, si bien hubo poblaciones más pequeñas, no hay registro de fuertes picos poblacionales como el que se está viendo ahora.
Señaló que si esta plaga entra a los lugares donde hay yerbatales o frutales, “podría ser una catástrofe”. También anticipó que el Senasa junto con el Ministerio de Agricultura de esa provincia vienen desplegando un avión fumigador entre las 8 y las 10 de la mañana para tratar de disminuir con algunas pasadas los insectos.
Francisco Velar, secretario de la Sociedad Rural de Corrientes, sostuvo que para disminuir el impacto para los cultivos “se ha fumigado en Villa Córdoba preventivamente y hasta ahora no llegó avanzar. Cruzó el río Paraná a la altura de Lavalle (Santa Fe)”.
Según destacan los especialistas, las condiciones de alta temperatura, con precipitaciones de viento y humedad son las propicias para que la plaga multiplique su población.