Concursos de empresas aumentaron en un 50% comparado con el 2014

Mario Soca pide encontrar caminos de salida para las empresas en dificultades.

El síndico Cr. Mario Soca, docente de la Facultad de Ciencias Económicas de la UdelaR y de la Universidad ORT y socio del Estudio Soca & López, en entrevista con EL TELEGRAFO manifestó que desde 2015 el número de concursos anuales de empresas “comenzó a incrementarse prácticamente en un 50% de lo que había hasta 2014”.
En el año que se aprobó la ley 18.387 de reorganización empresarial y concursos, en octubre de 2008, se registró solo un concurso. Luego: 36 en 2009, 42 en 2010, 39 en 2011, 48 en 2012, 63 en 2013 y 60 en 2014. A partir de 2015, se disparan las solicitudes de concursos con 91 ese año, 92 en 2016, 100 en 2017, 96 en 2018, 91 en 2019 y este año hasta el viernes 26 de junio, 25.
Esa tendencia “coincide con las dificultades que se observan para vivir y que los indicadores de la economía entran a modificarse a partir del 2016”, aseveró Soca. Respecto a la cifra registrada hasta el momento en este 2020, dijo que “es menor a la que debería ser en esta etapa” en función de lo que pasó en las temporadas anteriores. La emergencia sanitaria por el COVID-19 ha influido en la dinámica concursal, como en el resto de las actividades.
“Desde el lunes 16 de marzo hasta fines de mayo no hubo casi actividad en el Poder Judicial, por lo tanto, no hubo presentaciones. En junio empezó la actividad, pero con agenda, con un sistema que no tiene la agilidad y la prontitud de otros momentos, por lo tanto, en los hechos se contaron con menos presentaciones”, explicó el síndico. Dijo, a su vez, que en esta última semana se dieron el 20% de las solicitudes de este año y que éstas vienen presentadas por los acreedores solicitando el concurso.
Soca también hizo referencia a la necesidad de modificar la Ley Concursal en forma transitoria –que se discute en el Parlamento– para que funcione de manera eficiente, más allá de los cambios que ha supuesto la expansión de la pandemia por el coronavirus. “Tiene que ver con el momento extraordinario en el que nos encontramos y también como un tema permanente: ver si el instrumento está adecuado a lo que ocurre con el mercado”, subrayó.
“Estamos en presencia de una economía seriamente afectada. Donde la capacidad de pago es de cero para los que no tienen actividad. No tienen caja, por lo tanto, no hay con qué pagar. Esto se ha ‘paliado’, entre comillas, en la medida que ha habido un envío masivo al seguro de desempleo, en algunos casos el total de los trabajadores; otros con esa buena medida de incorporar el seguro de paro parcial, que ha servido, digamos, para tirar la pelota hacia delante así las empresas no dejan de funcionar”, ahondó el docente.
La situación no se revierte de un día para el otro y no se sabe cuándo se retornará a la normalidad, continuó Soca. “Si no aparecen herramientas para postergar la situación de la insolvencia en la que pueden estar varias empresas, evidentemente habrá presentaciones masivas. Solicitadas tanto por el deudor como por los acreedores”, señaló.
“¿Frente a este se puede tomar alguna medida para mitigar?”, se preguntó Soca. Para luego responderse: “En la comisión de Constitución de la Cámara de Diputados hay dos o tres proyectos de modificación transitorio de la ley de concurso de forma tal que posterguen esa solicitud de concurso por parte de los acreedores, que aplacen la obligación del deudor de presentarse a concurso porque está en insolvencia desde el punto de vista jurídico; que no se declare la liquidación si no puede cumplir el convenio del concurso anterior”.
A la Ley Concursal impulsada por el Colegio de Abogados, se sumó luego una propuesta de la Asociación de Peritos Contadores de Uruguay (APCU), que complementa esa legislación. La APCU pide agregar que se suspendan, mientras dure la emergencia sanitaria, las ejecuciones a los efectos de no llegar a la liquidación de las empresas, que se adecuen las exigencias de mayorías para los Acuerdo Privados de reorganización (APR).
“En el Parlamento se encuentran a estudio medidas que permiten paliar o postergar el incremento del concurso, para que las empresas puedan encontrar caminos de solución a sus problemas, aunque aquellas que realmente no tienen viabilidad en el futuro, se presentarán a concurso y transitarán ese camino. Aquellas, como la gran mayoría, que tienen una actividad viable, que las afectó la emergencia sanitaria, no por imprudencia de los administradores, sino que se paralizó el mercado, puedan sortear estas dificultades y en el transcurso del tiempo subsanar las obligaciones que tienen con sus acreedores, y mantener también los puestos laborales”, reflexionó Soca.
“Nosotros que somos docentes de esto de toda la vida, somos síndicos y que actuamos en el CTI de las empresas, alentamos este tipo de soluciones. Deseamos que se encuentren los caminos de salida”, concluyó.