La carrera binacional de Obstetricia se desarrolla en forma virtual, esperando por la presencialidad

Rossana Cardoner y Rossana Schlenker, las coordinadoras de la carrera de Obstetricia en Paysandú.

Con unos 240 alumnos activos –la mayoría argentinos– y 10 docentes uruguayos, siete parteras y tres médicos más los argentinos, la carrera binacional de Obstetricia debió afrontar la necesidad de dictar las clases de manera totalmente virtual, dado que tiene alumnos en las dos márgenes del río Uruguay, imposibilitados de trasladarse de un país a otro.
Las coordinadoras de la carrera en Paysandú, Rossana Schlenker y Rossana Cardoner, detallaron a EL TELEGRAFO la forma de trabajo que debieron adoptar en estas circunstancias.
“La pandemia nos sorprendió, como a todos, y tuvimos que empezar a trabajar con la virtualidad. Y al ser una carrera binacional, que pertenece a la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER) y a la Facultad de Medicina de la Universidad de la República (UdelaR) y dependemos también de la Escuela de Parteras, tuvimos que ver qué sistema utilizábamos, porque en Argentina usan un campo virtual UNER y acá usábamos la plataforma EVA. Y dado que las estudiantes que comienzan primer año en Concepción ya tenían un registro en el campo virtual de la UNER, optamos por utilizar ese”.

TODOS SE ADAPTARON AL SISTEMA VIRTUAL

Sobre el comportamiento de estudiantes y docentes con el sistema virtual, afirmaron que “tuvimos una buena respuesta, estamos terminando el primer cuatrimestre que finalizaría el 10 de julio, y si bien costó adaptarse, y a medida que avanzábamos se hicieron algunos cambios, tuvimos un cien por ciento de respuesta de los estudiantes. El resultado fue en todas las materias de forma virtual –en Paysandú se estudian tres: Obstetricia normal II, Higiene y Neonatología I– y en las tres participaron el cien por ciento de los estudiantes”. Aclararon que “en algunos casos hubo dificultad en la conexión a Internet, pero fueron problemas mínimos”. También se hicieron clases por Zoom, y “era como que el docente les estaba presentando la clase”.
En estas materias del primer cuatrimestre, “tenemos 31 alumnas cursando, de los cuales son 7 uruguayas y 24 argentinas”, y en general en todos los cursos “hay estudiantes de Salto, de Artigas, Mercedes, Rivera, Tacuarembó y Paysandú. Generalmente son de la zona norte del país”. En cada curso de cuatro años, se reciben promedialmente unas 60 parteras uruguayas.
Sobre si hay diferencias en la forma de trabajo y en las prácticas en los diferentes sistemas internos que tienen los dos países, como hospitales y sanatorios, dijeron que “nosotros en Paysandú las tenemos a partir del segundo año, primero lo hacen en Concepción y completan acá hasta cuarto año, y en ese último tenemos las alumnas uruguayas, que van a hacer sus prácticas en el hospital, en las policlínicas periféricas, trabajos de extensión en campo con el Centro Universitario en formación integral, por lo que conocen distintas realidades”. Aclararon que “en segundo y tercer año también hacen prácticas en la parte argentina, cuando les corresponde ir allí. Como ahora, que quienes terminan el 10 de julio deberían empezar en agosto en Concepción, y harían práctica en la parte argentina, y deben hacerlo en los dos lados porque hay leyes diferentes, y es bueno que practiquen bajo esas normas”.

CARRERA BINACIONAL DESDE 1992

Consultadas sobre si se reconoce sin problemas el título binacional que se le da a los egresados para trabajar en cualquiera de los dos países, “desde 1992 cuando comenzó, que es la primera generación y que integramos nosotras, el título habilita a trabajar en los dos lugares, pero depende del cargo. Si es un cargo público, en Uruguay piden que sea ciudadana legal y que se registre en el Ministerio de Salud Pública, pero si es en un sanatorio privado, no hay problema. En Argentina también hay requisitos, como la residencia, y ellos tienen un Colegio de Obstetras, que en Uruguay no hay”.
Pero en cuanto a las prácticas obstétricas, “son las mismas en los dos países, y tenemos reuniones con el decano, la vicedecana (que es uruguaya) y la coordinadora de allá para mantener el mismo nivel y que no difiera cuando se sale a trabajar”. No obstante, hay algunas diferencias como que “en Uruguay el trabajo de la partera es más reconocido, porque por ley en cada nacimiento debe haber una partera, y allá no es así. Otra diferencia es que allá hay más atención de partos en los domicilios, y acá no se acostumbra”.
En cuanto a si cuando se reciben cada una queda en su país o hay “cruces” de nacionalidades, señalaron que “argentinas en Uruguay han venido muy pocas, pero uruguayas sí han ido allá a varias provincias, aunque no han sido más de dos por generación, que se van a trabajar y terminan formando familia allá. Eso pasaba sobre todo cuando las condiciones de trabajo y sueldo eran mejores que acá. Aunque en estos últimos años no se han ido”.