La fundación Hjelpemiddelfondet, fundada en 2002 por dos uruguayos con la finalidad de ayudar a Uruguay, acaba de enviar el contenedor número 133, en tanto el 132 ya arribó a puerto en Montevideo.
Así lo confirmó Carlos Caballero –uno de los fundadores– a EL TELEGRAFO desde Oslo, Noruega. “La pandemia nos condiciona a hacer una nueva pausa en nuestra actividad”, dijo. “No se dan las condiciones para poder desarrollar nuestro trabajo normalmente con instrumentos que son de uso de personas de riesgo”, agregó.
No obstante, pese a ello, la ayuda humanitaria continúa. En estos días partió de Oslo un nuevo envío con destino al Centro Nacional de Ayudas Técnicas y Tecnológicas (Cenatt) de Uruguay, un contenedor con instrumentos como andadores, sillas de ruedas, bicicletas adaptadas y otras ayudas que permiten compensar, disminuir o neutralizar una deficiencia, discapacidad o minusvalía.
Este contenedor 133 traerá ayudas técnicas por valor de 106.000 dólares. Caballero agradeció a “autoridades y personal de NAV Hjelpemiddelsentral Oslo og Akershus (Centro de Tecnología de Asistencia de Oslo y la provincia de Akershus), que nos han proporcionado tanta cantidad de asistencia de instrumentos y de tan buena calidad”.
Lo que no puede, en estos tiempos de pandemia, realizar la fundación Hjelpemiddelfondet es un seguimiento con cursos presenciales –en colaboración con los destinatarios– de los equipos que son enviados a Uruguay.
