El 9 de febrero de 2020 Mario Díaz asume la Intendencia de Paysandú en reemplazo del renunciante Guillermo Caraballo, quien se dedicará a la campaña electoral buscando su reelección.
Convoca a su equipo de gobierno y dice que “el objetivo principal era primero cerrar las obras en marcha, terminar todo lo que estaba en proceso. Teníamos todavía varios grandes proyectos como el Paseo Costero, el Parque Municipal, calle Cerrito. No íbamos a poder terminarlas, pero sí teníamos que comenzarlas al menos. Por otro lado había que mantener prolija la gestión de la Intendencia. Todo esto sin perder de vista que aunque la Intendencia no es un actor en el acto electoral, cualquier cosa que pasa en la Intendencia afecta en un sentido o en otro a los candidatos de nuestro proyecto político”, dice Mario Díaz.
El viernes 13 de marzo se incorpora al diccionario de uso común la palabra coronavirus. Aparecen los primeros cuatro casos en el país. Los intendentes son citados de urgencia a un Congreso en Durazno, con la presencia del ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, y el prosecretario de Presidencia, Álvaro Delgado. “Antes ya había llamado al Comité de Emergencias, pero en Durazno Salinas puso sobre la mesa el estado de situación. Hasta ese momento conocíamos la pandemia a través de la prensa en China y cómo se venía expandiendo por Europa”.
El diseño de gestión de apenas un mes y días debía ser modificado drásticamente. “Nos enfrentamos a una creciente demanda social y alimentaria. La recaudación bajó rápidamente. Así que tomamos varias medidas. Por un lado, coordinando con organismos nacionales aumentar la cantidad de personas atendidas en los comedores municipales. Por otro reducimos sustancialmente los gastos de funcionamiento, eliminamos horas extras, viáticos e inhábiles. Decisiones difíciles porque estábamos tocando los ingresos de los funcionarios, pero no quedaba otra posibilidad”.
“Y pese a que la recaudación caía, al ver la situación del comercio sanducero no dudamos en establecer un programa con beneficios para ese sector. Por iniciativa de la Intendencia”.
EL HOMBRE DE PASO DE LOS TOROS
Mario Díaz es el primer Intendente de Paysandú de “período extendido” desde que aunque estaba previsto que entregara la Administración en julio, debido a la COVID-19 lo hará cuatro meses y medio después. Se irá haciendo historia.
Nació en Paso de los Toros, Tacuarembó, aunque su familia es de Maldonado. A comienzos de los años noventa se trasladó con quien entonces era su pareja para –como farmacéutico– hacerse cargo de esa labor en farmacia Heinzen. Y más allá que “luego nuestra pareja se separó seguí con la actividad comercial y desde el punto de vista económico soy el dueño de farmacia Heinzen. Siempre alterné con mi trabajo privado mi actividad sindical primero –fui secretario de organización de SIMA, el Sindicato de la Industria del Medicamento y Afines– y también actividad partidaria. Pero nunca antes había ejercido una actividad pública”.
A Guillermo Caraballo lo conoció en la campaña electoral 1999, cuando el candidato del Frente Amplio era Ramón Sosa. “Siempre tuvimos una relación cercana, de mucha confianza”. En 2010, tras la derrota en las departamentales de Julio Pintos, la Departamental del Frente Amplio asigna a Guillermo Caraballo, Mario Díaz y Marcelo Romero “conducir un proceso de autocrítica. Guillermo el primer año ocupa la presidencia y Marcelo y yo dos vicepresidencias. Al año siguiente me toca la presidencia. Y al siguiente se elige a Ricardo Freitas como presidente de la Departamental”.
“CUANDO HABLA MARIO DÍAZ, HABLA EL INTENDENTE”
En mayo de 2015, cuando Guillermo Caraballo gana la Intendencia “me dijo que el único anuncio que iba a hacer entonces era que yo iba a ser su secretario general. Nunca antes habíamos hablado del tema. Fue una sorpresa, una responsabilidad también”.
“Es una tarea compleja la de ser secretario general en la Intendencia. Y es difícil amoldarse si se viene de la actividad privada. Estar ahí implica tener una visión global de todas las áreas de la Intendencia. Cada una de las resoluciones, definiciones, decisiones, pasan por la secretaría general. Implica una enorme responsabilidad, un desafío. Tenía que ser muy cuidadoso y de alguna forma cuidarle las espaldas al Intendente, a Guillermo”.
“También tuve que ocuparte del relacionamiento con Adeyom. Una frase de Guillermo que siempre recuerdo es: ‘Cuando habla Mario Díaz habla el Intendente’. Creo que fue muy positiva la relación con Adeyom del mismo modo que haber actuado en la secretaría general. Reconozco que tuve que dejar un poco mi visión política porque en ese lugar hay que velar por el mejor beneficio de toda la población. Lo hice de la mejor manera que pude”.
LA ENFERMEDAD PASÓ, LAS ENSEÑANZAS QUEDAN
A mitad del período Mario Díaz fue víctima de un cáncer que después de meses logró superar. Este tipo de experiencias extremas, donde la vida se acerca tanto a la muerte y a veces parece que será vencida por esta, generalmente provoca cambios en la manera de pensar y actuar. Eso también ocurrió con el ahora Intendente de Paysandú.
“Son varias cosas. No se puede evitar un montón de miedos y temores vinculados sobre todo a la familia, a los hijos, a su futuro. Junto a eso, un enorme agradecimiento a mi pareja, mis hijos, mi familia, porque estaban ahí siempre, en cada momento”.
“Tampoco se puede evitar, cuando se ocupa un lugar de responsabilidad, que hasta entonces se vivía full time, que al mejorar, al restablecer la salud, hay que plantearse las cosas de manera diferente. Por eso hoy asumo eso como un aprendizaje. Lo que tiene solución la tiene, lo que no la tiene que no la tenga y lo que puede esperar a mañana, que espere”.
“Muchas veces ponemos en el centro de la vida las responsabilidades. Y las cumple con pasión. Pero la vida enseña que hay mucho más que eso. Recuerdo que la primera vez que me sentí capaz de salir fui al cine –una función de Cine en EL TELEGRAFO– porque soy un apasionado del cine”.
“Como enseñanza me queda que a cada cosa hay que darle su justa dimensión, encontrar un espacio para las cosas que nos enriquecen. Esa es una de las claves de una vida plena”.
OBRAS EN EL TIEMPO EXTRA
Al apreciarse que las elecciones no podrían realizarse en mayo, Díaz y su equipo tomaron la decisión de “tratar de hacer aquellas obras que por alguna razón no se habían podido llevar a cabo. Especialmente por financiamiento, porque como se sabe las intendencias recibimos recursos del FDI o del PDGS, pero además tenemos nuestros propios recursos para invertir”.
“De hecho –a modo de ejemplo– la primera etapa del mantenimiento de calles de hormigón fue por fideicomiso, pero el resto fue con recursos propios”.
“Entonces lo que hicimos fue ajustar criterios para realizar algunas obras que queríamos realizar pero no teníamos financiación. Un caso es calle Uruguay. Hace mucho tiempo que la queríamos recuperar, pero fue cuando el FDI flexibilizó la manera de utilizarlo, que pudimos concretarla. Una inversión muy buena, que sirve un tránsito intenso”.
“Este corrimiento de fechas permitió avanzar en obras que de terminar en julio no lo hubiéramos podido concretar. Otras que quedaron atrasadas por razones que no fueron responsabilidad de la Intendencia, como calle Cerrito pudieron comenzarse, lo mismo que la transformación del Parque Municipal”.
EL PAYSANDÚ QUE QUEREMOS
“Una de las realizaciones que yo resaltaría de nuestra Administración es el proceso de reflexión colectiva denominado El Paysandú que Queremos, que tenía por misión determinar su desarrollo y la generación de oportunidades de trabajo. Creo que hace muchos años que Paysandú no vivía una experiencia de ese tipo y ciertamente la Administración entrante tendrá una serie de elementos teóricos y de pensamiento que son la base para poner la mirada hacia el futuro del departamento”.
“El Paysandú que Queremos deja en claro cuatro líneas concretas de trabajo: turismo, el Paysandú del conocimiento, logística y el Paysandú de los servicios globales. Todo esto sin desconocer el apuntalamiento que Paysandú le ha dado a la Universidad de la República para que se consolide, lo mismo que la UTEC. Son decisiones vinculadas a una mirada de futuro. Pero también de presente porque aquí estudian 7.000 jóvenes y ellos necesitan alojamiento, alimentación, recreación. Pero no debemos desconocer tampoco que hay entre 30 y 40 científicos que tienen posgrados y doctorados en varias partes del mundo, radicados en Paysandú”.
“ME LLAMARON A LA CANCHA”
“Desde siempre supe que ser Intendente implica una responsabilidad enorme. Ahora cuando empecé a ejercer como tal me descubrí capaz de esa función. La he desarrollado de la mejor manera posible. Realmente nunca me había proyectado como tal, a diferencia de otros actores políticos relevantes, que tienen una vocación decidida. Yo en cambio nunca me había visualizado en ese rol. Me llamaron a la cancha y tuve que intervenir, de la mejor manera posible”.
“Trato de poner en primer lugar siempre el interés general. A su vez soy una persona que si tiene que tomar decisiones las toma. No me tiembla la mano a la hora de tomar decisiones. No soy dubitativo una vez que estoy convencido de una decisión, la llevo adelante, midiendo obviamente todos los aspectos relacionados. Siempre pensando en el bien común en el marco de un proyecto político colectivo al que pertenezco”.
UNA INTENDENCIA SANEADA
Asegura que el gobierno entrante “recibirá una Intendencia sin endeudamiento financiero, con salarios al día. La situación económica y financiera está ordenada y prolija. De paso, quiero asegurar que es falso un rumor que se ha propalado. No hemos recurrido durante el período de gobierno a ningún endeudamiento bancario. El único que contrajimos fue el del fideicomiso, aprobado por la Junta Departamental, cuya última cuota se abonó en febrero de 2020. No hay otro endeudamiento. Cualquiera puede comprobarlo a través de la Ley de información pública o los ediles por un pedido de informes. Pero la mentira no lleva a ningún lado”.
“En 2015 recibimos la Intendencia con 2.046 funcionarios y ahora la entregaremos con 1.800. Creo que es un fuerte impacto favorable en lo que refiere a recursos humanos”.
NO DESCONOCER QUE HABRÁ FUTURO
Cuando a fines de noviembre deje de ser el Intendente de Paysandú, cuando ya su rutina no sea la de concurrir diariamente al Palacio Municipal, Mario Díaz tendrá un cambio de vida. “Claro que voy a extrañar mucho, por no tener la posibilidad de estar incidiendo sobre el destino de este departamento. Muy pocos tenemos la suerte de asumir este rol y tengo muy en claro que la gente habló y hay que respetar lo que la gente dice. Eso no me quitará ese sentimiento raro de ya no estar, de no poder incidir en la construcción del presente y futuro del departamento”.
Pero los días, como los años, pasan. Y a la vuelta de la esquina espera 2025. Ahora que Mario Díaz ha sido Intendente de Paysandú, ¿querrá postularse? “Pecaría de falsa modestia si negara todo interés. Pienso con sinceridad que puedo aportar. Pero obviamente soy un hombre de partido, pertenezco a una colectividad política y por lo tanto me parece fundamental que esta colectividad defina lo que aspira para la próxima instancia electoral”.
“Pero antes que eso, lo que me parece mucho más importante, es que el Frente Amplio debe llevar adelante un proceso de reflexión, de análisis, de autocrítica en torno a las causas que llevaron a la derrota electoral, tanto a nivel nacional como departamental; creo que eso es mucho más importante y urgente”.
Pero de forma personal, “estoy dispuesto a aportar en la medida de lo que evalúe mi desempeño la gente. Me siento con ganas, no sé desde donde. Me tuve que enfrentar –obviamente no solo– a una situación inédita, traté de hacer lo mejor posible y para eso tuve a mi lado a un equipo de gobierno que realmente me sorprendió. A algunos no los conocía lo suficiente y su aporte ha sido fundamental. Pero en estos meses, en forma colectiva hemos logrado un trabajo muy serio y responsable, en un escenario que nadie –no solamente nosotros– conocía”.
Una vez que entregue la Administración “volveré a la actividad particular, porque obviamente hay que resolver la situación económica. Voy a volver a la actividad comercial, la misma que tenía hasta julio de 2015. Así que me reintegro a la farmacia”.
Cuando descienda los escalones de la ochava del Palacio Municipal, dejando atrás cinco años en la administración de la Intendencia (como secretario general y como Intendente) y nueve meses –marzo-noviembre– en los que palabras tales como coronavirus, COVID-19, protocolo, distancia física y otras pusieron a prueba como nunca antes la capacidad de dirección, dice que sabe cómo lo hará.
“Con la frente en alto, la conciencia tranquila. Integré una Administración que deja un Paysandú absolutamente diferente del que encontramos. A su vez, tuvimos una gestión transparente, obviamente con insuficiencias como todas. Pero lo más importante es la tranquilidad de conciencia. Y me iré agradecido por haber vivido estos cinco años tan plenos y desafiantes”.