Salto dio rienda suelta a la locura. La selección Sub 17 se quedaba con el título de la Copa Nacional de Selecciones tras vencer nada menos que a Paysandú, al que le ganó los dos partidos.
Pero la Blanca chica, que lució la camiseta celeste de alternativa, no solo aplaudió a los locales sino que los propios jugadores sanduceros entregaron las medallas al clásico rival.
Y en esa actitud se entiende mucho de lo que ha sido el trabajo realizado en esta selección sanducera cuyo cuerpo técnico comandó Álvaro Ilaharregui, y que va mucho más allá del resultado final.
“A ver: es parte de esto. No hay mucho más que hacer. Sabemos que los partidos se ganan adentro de la cancha, después que se terminó el partido ya está el resultado. Esto no hace otra cosa que enseñarte, aprender muchas cosas y en la vida es así: perdés más de lo que ganás, y hay que seguir creciendo”, dijo el DT sanducero el día después del partido.
El entrenador y sus colaboradores tienen claro que “lo bueno de trabajar en formativas es que tenés que intentar formar buenos deportistas, porque a veces se habla de formación y se olvidan un montón de cosas por el resultado, que es algo que pasa adentro de la cancha. Después hay que seguir formando deportistas, para que aporten su granito de arena a la sociedad”.
El sábado, “Salto fue justo vencedor, nunca encontramos el juego, nos ganó en todas las líneas y no hay nada que reprocharse. No salió el partido que queríamos. No hay misterio en esto. Uno iba a ganar, y Salto nos ganó bien los dos partidos porque hizo mejor las cosas, y no hay mucho más que eso. Pero simplemente nos llena de orgullo el comportamiento deportivo de los chiquilines, el proceso, la formación de todo”.
Ilaharregui destacó que “por más que perdieron, con el dolor que tenían, entregaron las medallas y como siempre dejaron el vestuario en condiciones. La entrega de las medallas fue propuesta del cuerpo técnico y ellos lo aceptaron, porque hay que ser buen deportista, reconocer el mérito del que ganó. Si nos tocaba ganar a nosotros hubiera estado bueno que lo hiciera Salto”.
La mirada es diferente a la habitual, donde sea la categoría que sea se mira prácticamente solo el resultado. La idea en este caso es otra, y el plantel la tenía asimilada.
Por eso Ilaharregui entiende que el reconocer al rival “aporta para cambiar el pensamiento común, y dejar en claro que esto no es de vida o muerte. Estamos hablando de deportistas y juveniles, y que fueran cómplices de la propuesta de entregar las medallas nos llenó de orgullo”.
Y dejó en claro para algún distraído: “¡Obvio que queríamos intentar traernos la copa! Pero no se dio, y ahora esperaremos para ver si tenemos la posibilidad de afrontar con este grupo el Integración”.
Por eso, por ahora, se dará unos días de descanso a la espera de una confirmación sobre la disputa o no del torneo con equipos de AUF. “Sería una linda experiencia”, destacó el DT.
En la Blanca chica es todo aprendizaje. Incluso de la derrota. Con conceptos claros, en los que el grupo es más importante que las individualidades, y en un ambiente donde el respeto es primordial.
Esas y otras cuestiones que tienen que ver al fútbol formativo, fueron claves también para que el equipo se levantara en los momentos complicados. “Estos gurises son unos fenómenos. Con todo lo que pasó, con las bajas que tuvimos, lo más fácil era quedarnos afuera con Maldonado. Pero se remó y se llegó hasta la definición”, destacó el entrenador.