Un grupo de trabajadores de la empresa citrícola San Miguel realiza contactos con legisladores representantes del departamento, además de los restantes nacidos en Paysandú –Nicolás Olivera, Cecilia Bottino, Carlos Moreno, César Vega y Eduardo Lust– a fin de gestionar en el Parlamento “la posibilidad de que se destrabe el seguro especial para el citrus porque caducó el 31 de mayo”, dijo Álvaro Ojeda. El seguro especial se originó hace dos años, ante “una exigencia del mercado internacional sobre variedades que no existían en el país. Con la plantación de esas variedades, se acortaron los jornales que normalmente empezaban a fines de febrero y se extendían hasta fines de octubre. Ahora comienza a principios de mayo y finaliza a principios de setiembre. A partir de la reconversión varietal, fue creado este seguro con menores jornales para atender esa situación”, agregó.
Este seguro “solo puede reactivarse a nivel parlamentario. Para el seguro común piden 250 jornales en dos años, que es imposible por menor cantidad de días trabajados y por la situación climática que condiciona el trabajo. Los días de lluvia no se puede trabajar, así como tampoco con una humedad superior al 90% porque hablamos de fruta que apunta a la exportación y no al mercado interno”.
Explicó que “existe una tercera opción de seguro y es para el trabajo a destajo, pero es necesario un jornal básico con un plus por producción y se requiere un piso de $25.000 por año en bruto. El jornalero no tiene derecho a ese seguro”.
ANTE EL BPS
Por otro lado, se han generado “algunas situaciones, donde hay trabajadores que fueron enviados al seguro por seis días, otros por un mes y algunos por un año, cuando son personas que trabajan en la misma cuadrilla. Prácticamente perciben el mismo sueldo y la producción se divide en grupos. Fuimos al BPS y nos informaron que es un error del sistema. Desconocemos de qué sistema, pero eso nos explicaron”, agregó.
Según Ojeda, “la reactivación del seguro especial es un modo más democrático, porque incluye a destajistas y jornaleros”. Finalmente aclaró que “somos trabajadores de la empresa San Miguel, fuimos a hablar por nuestra cuenta y no estamos sindicalizados. No hay razón ideológica, reclamamos por algo justo que puede hacerse desde el Parlamento y la empresa tampoco tiene responsabilidad porque pasa los jornales al BPS”.