Poca lluvia, mayores temperaturas y sequía para toda Latinoamérica

El mapa muestra el almacenamiento de agua subterránea poco profunda en América del Sur el 26 de octubre de 2020, según lo medido por los satélites Gravity Recovery and Climate Experiment Follow On (GRACE-FO). Los colores representan el porcentaje de humedad; es decir, cómo se comparan los niveles de agua subterránea con los registros a largo plazo de octubre. Las áreas azules tienen agua más abundante de lo normal y las áreas naranja y roja tienen menos. Los rojos más oscuros representan condiciones secas que deberían ocurrir solo el 2% del tiempo (aproximadamente una vez cada 50 años). Justamente en el caso de Uruguay, la región Norte está coloreada de rojo.

Las “Tendencias climáticas para noviembre, diciembre y enero 2020/2021”, que no son pronósticos sino análisis y resultados de modelos, dan para nuestro país un verano poco lluvioso –particularmente en esta zona norte– y más caluroso de lo habitual.
Los meteorólogos nacionales aclaran que “la tendencia se realiza en función de la actual coyuntura climática, las relaciones estadísticas históricas demostradas entre el clima local, las condiciones de temperatura de superficie del mar remotas y las salidas de los modelos climáticos de predicción en centros de investigación internacionales. El informe de Tendencias Climáticas Estacionales se presenta en forma de sesgos en la distribución de probabilidad, es decir, en función de la probabilidad que el registro del trimestre entre en el tercil superior, medio o inferior de la distribución climatológica. En ausencia de sesgos, se debe esperar con igual probabilidad (33%) cada uno de los tres casos. En este informe se indican solo aquellos resultados estadísticamente significativos”.

PRECIPITACIONES ESCASAS

El informe dice que para el trimestre noviembre-diciembre-enero, en general se espera que las precipitaciones se encuentren por debajo de lo normal en todo el país. En particular, las tendencias en precipitación separan al país aproximadamente en la latitud 33ºS, que coincidentemente corta el país siguiendo el cauce del río Negro.
En concreto, en la región norte se asigna 60% de probabilidades al tercil inferior –poca lluvia–, 25% al tercil medio y 15% al tercil superior. Por otro lado, la región sur tiene 50 % de probabilidades de precipitaciones en el tercil inferior, 30% en el tercil medio y 20% en el tercil superior.
En cuanto a la temperatura media esperada para noviembre-diciembre-enero, establecen que tiene un leve sesgo hacia temperaturas altas en todo el país. Este sesgo está principalmente definido por las temperaturas máximas. Se asigna 40% de probabilidad al tercil superior y 30% de probabilidad a los terciles medio e inferior.

METSUL Y EL INFORME DE LA NASA

Por su parte, la empresa meteorológica de Río Grande del Sur, en Brasil, asegura que América del Sur está experimentando una de las mayores sequías en décadas, según un análisis de la agencia espacial estadounidense, con extensas áreas que sufren un déficit de precipitaciones este año.
Según la NASA, los signos de sequía comenzaron a aparecer en las observaciones de gravimetría satelital en el sureste de Brasil a mediados de 2018 y se extendieron a partes de Paraguay, Bolivia y el norte de Argentina en 2020.
“Esta es la segunda sequía más intensa en América del Sur desde 2002”, dijo Matthew Rodell, del Centro de Vuelo Espacial Goddard e hidrólogo de la NASA. “El cálculo se basa en la extensión, duración y volumen de agua perdida durante la sequía, medida por los satélites GRACE y GRACE-FO. “Una sequía en el Este de Brasil y Venezuela entre 2015 y 2016 fue la más intensa registrada”. Paradójicamente, entre 2015 y 2016, con Súper El Niño, el centro de Argentina y Uruguay, así como el Sur de Brasil tuvieron exceso de lluvia.
El largo período de tiempo seco en el centro y Sur de Sudamérica tuvo consecuencias generalizadas. Muchas de las áreas afectadas han experimentado un gran número de incendios.
Los cultivos de maíz de invierno han sufrido bajos rendimientos y la llegada tardía de las lluvias primaverales ha retrasado las nuevas plantaciones de soja. En ríos importantes, como pasa en nuestro Uruguay, como se constata en la costa sanducera y también en el Paraná, hay falta de agua, que en algunos casos –aún no en el nuestro– ha dificultado el transporte, ya que varios barcos vararon y muchos otros tuvieron que reducir su carga para navegar hacia y desde puertos fluviales interiores.
Por ejemplo, el río Paraguay cerca de Asunción, la capital y principal puerto guaraní, alcanzó su nivel más bajo en medio siglo. El centro ha dejado al descubierto varios bancos de arena e islas que normalmente están sumergidas.

EL ANÁLISIS DE LOS EXPERTOS

“Más al Sur, en Paraguay, Uruguay y el Norte de Argentina, se ingresa a una región extratropical donde la sensibilidad a la sequía es bastante diferente”, explicó Yang Chen, de la Universidad de California. “En la América del Sur extratropical, las bajas temperaturas de la superficie del mar en el Pacífico tropical están más asociadas con las sequías”, explicó.
El Índice del Niño Oceánico (ONI), una medida de las temperaturas de la superficie del mar en el Pacífico ecuatorial central y oriental, cayó por debajo de lo normal en mayo. La NOAA declaró oficialmente un evento de La Niña en los últimos 10 días. El fenómeno de La Niña suele traer condiciones más húmedas al Norte del Amazonas, pero un clima más seco a la parte Sur del continente, como nuestro país.