El intendente Olivera se comprometió a apoyar emprendimiento turístico en el Castillo Morató

Olivera encabezó una delegación de sanduceros relacionados con temas patrimoniales que fue recibida por integrantes de la familia Morató y técnicos que les asesoran, con quienes recorrieron el lugar.

El intendente departamental Nicolás Olivera visitó ayer el casco del establecimiento Buen Retiro, conocida en la zona como “Castillo Morató”, invitado por la familia propietaria del lugar y acompañado por un grupo de personas vinculadas a asuntos patrimoniales de Paysandú, como los presentó y que integraron el exintendente Walter Belvisi, el doctor Jorge Pedoja, el ingeniero agrimensor Leonardo Bulanti, el periodista Juan José Oberti, además del alcalde de Guichón, Martín Álvarez, y su asesor el arquitecto Juan Carlos Turban.
El grupo visitante fue recibido por Alfredo, Teresa y Joaquín Morató, junto a quienes les asesoran en materia histórica y patrimonial, Daniel Cortazzo y Nelsys Fusco, a efectos de un emprendimiento turístico que proyectan en un lugar al que acceder se volvió una especie de mito popular, por más que, es cierto, el acceso en general es restringido, pero, explicaron los propietarios, esto se debe a que la permanente presencia de público dificultaría las tareas naturales de un establecimiento agropecuario. Un cartel con un número de teléfono recibe al visitante en la portera, pero al contactarse la respuesta siempre es la misma: no se permiten visitas, e incluso en algún caso se ha invitado a retirarse de la portera a quien llegó hasta allí, tras recorrer los más de 140 kilómetros que separan a esta histórica construcción de la capital departamental.
Los dos expertos que asesoran a la familia efectuaron una presentación sobre los valores que hacen a este inmueble, tanto al edificio como a su entorno, un lugar único. Y realmente se trata de un sitio que reúne varias historias, por el rol que cumplió durante las guerras civiles de nuestro país, anteriormente por ser un emprendimiento modelo en el sector agropecuario a nivel nacional, pero además porque fue propiedad del primer presidente de la República, Fructuoso Rivera, en 1835, y, yendo más atrás en el tiempo, fue uno de los puestos de la Estancia Jesuítica de Yapeyú, que tenía su límite Sur en el río Queguay; concretamente allí estuvo ubicado el Puesto Posta San Juan Bautista.

PUESTO POSTA

Se realizó una presentación general sobre estos datos históricos y sobre el rol que tenía este enclave en el funcionamiento de la Estancia de Yapeyú, de la que fue “la portera Sur”. Allí se amansaba el ganado chúcaro que llegaba desde la Vaquería del Mar, al sureste del actual territorio uruguayo. Hablamos de mediados siglo XVII.
El establecimiento tiene varios encierros construidos en piedra, que datan de la época jesuítica, el mayor de ellos con un perímetro de unos 5.000 metros y en su mayoría de construcción original y en excelente estado, además de otros encierros más chicos, todos actualmente en uso.
Hay un tramo del cerco original de piedra que desapareció, en el sector más próximo al castillo, y solo se aprecia hoy una vereda, que sería la base de esa construcción. Los materiales de esta parte del muro habrán sido reutilizados en las construcciones que se levantaron posteriormente.
El cerco misionero tiene una característica muy específica, que lo diferencia de otras construcciones similares en piedra, y es que consta de dos paredes de piedra, entre las cuales se colocaba un relleno de piedras más chicas y argamasa. Los cercos del Buen Retiro son de este tipo de construcción.
Alfredo Morató señaló que durante muchos años los cuatro hermanos estuvieron dedicados a sus actividades profesionales y que a partir del 2018 se empezaron a plantear la posibilidad de darle una actividad complementaria al establecimiento agropecuario, en concreto en el turismo, para lo que se están preparando. Sin embargo, ven que este propósito está hoy amenazado por un proyecto que lleva adelante UTE para tender una línea de alta tensión que atraviesa el campo de norte a sur, a algunos cientos de metros del casco. Ante ello es que están requiriendo apoyo a diferentes niveles para que se realice un tendido alternativo para esa conexión eléctrica, que uniría Salto Grande con Paso de los Toros.

APROPIARSE

El intendente Olivera recordó que estuvo en el lugar poco tiempo antes de la elección acompañando a autoridades del gobierno nacional. “El objetivo último es poner en valor este lugar, y que la mayor cantidad de gente que pueda, acceda, y que el departamento se ‘apropie’, en el buen sentido de la palabra, de este lugar, dándole el valor que merece, el valor patrimonial, el valor histórico, el valor cultural, el valor turístico. Ese es el fin último”, dijo.
“A mí me pica el bicho de buscar instituciones que nos puedan ayudar, auxiliar, para ir desentrañando esa historia. El gobierno departamental entiende que tiene que ser parte de esto”, aseguró.
Por otra parte se comprometió a hacer gestiones para modificar el tendido planificado por UTE. “Estamos dispuestos a dar toda la batalla, todo lo que haya que hacer para que sin perjudicar a nadie, preservemos lo más posible este lugar, y si somos capaces, como queremos serlo, de poder rever la situación y la posición de UTE, lo vamos a hacer”, expresó.