“Dio mucho trabajo alcanzar este momento”

El plantel celeste que se prepara para el Mundial de Egipto.

La selección uruguaya de handball masculino afronta un hito histórico para esta disciplina: se apresta a disputar su primer Mundial en la historia. Y lo hace desde el sacrificio de un deporte que no es profesional en el país y con una preparación que dista de ser la ideal, con la pandemia del coronavirus mediante. De cualquier modo, el plantel que dirige Jorge Botejara se prepara a conciencia, a sabiendas de que se encuentra ante una oportunidad única.
En diálogo telefónico con EL TELEGRAFO, Botejara comentó que están “muy motivados” y “súper contentos”, con la ansiedad lógica que produce este tipo de eventos en cualquier deportista. “Dio mucho trabajo alcanzar este momento; estamos enfocados y preparándonos para tener el mejor rendimiento posible”, dijo el DT desde Florida, donde se instaló el grupo seleccionado en modalidad de burbuja a la espera de viajar a Egipto –el martes 12–, sede de la Copa del Mundo.
Uruguay clasificó al certamen al finalizar tercero en el torneo Sur Centro-Americano que se disputó en enero de 2020 en Maringá, Brasil; en el Mundial quedó ubicado en el Grupo A con Alemania –ante el que debutará el viernes 15–, Hungría (domingo 17) y Cabo Verde (martes 19).
“Tenemos como objetivo elevar el nivel de rendimiento y que este campeonato nos sirva para seguir mejorando en general. En particular tenemos como objetivo ganar el partido a Cabo Verde para quedar en los 24 de arriba (clasifican tres por serie). Si no, nos quedaremos jugando con los ocho de abajo. Para una cosa o la otra, pensamos en jugar bien. Y para eso estamos entrenando”, aseveró Botejara.
Pensar en ganarle a potencias del handball como Alemania y Hungría “está fuera de nuestras posibilidades”, reconoció. Pero esos dos partidos serán utilizados para generar en el plantel “ritmo mundial” y llegar de la mejor forma para enfrentar a Cabo Verde, otro debutante y el rival a vencer. “Le vamos a sacar beneficios de cualquier manera”.
Botejara cuenta con una extensa trayectoria como entrenador de selecciones de Uruguay. Dirigió el combinado femenino desde 1990 a 2000, y desde ese año hasta la actualidad comanda el masculino. Con él, consiguió sendos cuartos puestos en los Juegos Panamericanos de Santo Domingo 2003, Rio de Janeiro 2007 y Toronto 2015. También conquistó la medalla de plata en los Odesur de Buenos Aires 2006 y de bronce en Sao Paulo 2002.
La Burbuja
En cuanto a la preparación, la selección celeste de handball vio frustrada toda chance de jugar partidos desde que se logró la clasificación (el último, el pasado 25 de enero ante Paraguay). “No pudimos jugar amistosos. Además, se suspendió el campeonato local a fines de noviembre. Nos quedamos sin competencia local e internacional”, dijo resignado el entrenador. La pandemia del covid-19 y el aspecto económico –ningún jugador del grupo vive de este deporte– provocaron también que se suspenda una gira por España donde se preveía disputar algunos amistosos de cara al Mundial.
De cualquier modo, “estamos con el plantel completo” y con los mejores jugadores disponibles “a juicio del cuerpo técnico”. Cuando se rehabilitó la competencia y los entrenamientos en setiembre, se comenzó a practicar en el Colegio Clara Jackson de Montevideo. Más tarde, a principios de diciembre en un momento que solo se permitió entrenar al aire libre, pasaron a moverse en el Colegio Alemán. Y desde el viernes pasado, se instalaron en modalidad de burbuja en el Estadio 10 de Julio de Florida.
“La cancha, las instalaciones, las duchas, las habitaciones están excelentes. Nos está rindiendo”, subrayó Botejara. En la burbuja sanitaria “no sale ni entra nadie”. Para las comidas, “vamos a un salón de fiestas que está cerrado para nosotros. Cuando llegamos la comida ya está servida: el agua, la alimentación, los postres. Terminamos de comer y nos vienen a buscar la camioneta”, detalló el DT, quien destacó la labor de la doctora Andrea Beltrán, la médico de la delegación, quien coordinó todos los detalles con la Intendencia floridense.
“Todo el mundo está con ganas de llegar (a Egipto) y prepararse para debutar”. El martes, luego de desayunar, el plantel se dirigirá hacia el Aeropuerto Internacional de Carrasco, desde donde pondrá rumbo a El Cairo –con escalas en Madrid y Roma– en un vuelo previsto para las 14 horas. Consultado sobre si este momento le generaba orgullo en lo personal, Botejara dejó en claro que todo se ha logrado gracias a un equipo de trabajo. “Estas cosas las tomo siempre en colectivo; sí me da mucha alegría ser parte de este grupo”.