Esperan que el río siga bajando por las escasas lluvias y piden cuidar los peces

Según un informe de la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) el efecto de “La Niña” en la región, que determina menores lluvias –y por lo tanto estiaje del río y déficit hídrico general– “puede constituir una amenaza potencial para las poblaciones de peces en general, y para las de interés deportivo y comercial en particular, dado que estas últimas son especies que dependen de caudales de cierta magnitud para alcanzar el éxito reproductivo”.
Por lo tanto, desde CARU se sugiere “el establecimiento de medidas precautorias que aseguren la conservación y preservación de los recursos vivos”.

UN 97% DE POSIBILIDADES

Según la información hidrológica y meteorológica disponible reportada por la CARU y organismos nacionales e internacionales, en la cuenca del río Uruguay se prevén condiciones deficitarias de precipitación para los próximos meses, por lo que hay un 97% de probabilidad de que ocurra la fase negativa del ENSO (conocido como fenómeno de “La Niña”) y se continúen registrando niveles hidrométricos inferiores a los normales.
De los numerosos trabajos de relevamiento de los recursos ícticos que la CARU ha realizado durante los últimos 25 años, se desprende que la continuidad del escenario de bajante sostenida en toda la Cuenca del Plata durante los años 2019 y 2020 –y que en Paysandú llegó este verano a estar varios días por debajo del cero de la escala– “puede constituir una amenaza potencial para las poblaciones de peces en general, y para las de interés deportivo y comercial en particular, dado que estas últimas son especies que dependen de caudales de cierta magnitud para alcanzar el éxito reproductivo”.
Por otra parte, la bajante pronunciada y sostenida expone a los peces a un mayor estrés y mortalidad natural, así como a una mayor vulnerabilidad a la captura, lo que hace necesario el estricto cumplimiento de las medidas de protección vigentes para su conservación.

RESPETAR LA NORMATIVA DE PESCA

Con estas consideraciones, la CARU recuerda a quienes desarrollan actividades de pesca en aguas del río Uruguay así como de su cuenca, “respetar estrictamente la normativa en relación con la prohibición de captura y medidas mínimas de captura de las especies que requieran una tutela especial”, y reitera que las especies vedadas totalmente (lo que implica la devolución obligatoria en todas las modalidades), son el Pacú; Manguruyú; Salmón de río o Pirapitá y Surubí atigrado.
Asimismo, hay otras especies que no podrán ser objeto de captura en ninguna categoría de pesca cuando su longitud estándar esté por debajo de las respectivas medidas mínimas. Ellas son Bagre Amarillo, 20 cm.; Bagre Blanco, 22 cm.; Bagre Negro, 24 cm.: Boga Común, 34 cm.; Dorado 65 cm.; Patí 40 cm.; Pejerrey, 25 cm.; Sábalo, 34 cm.; Surubí, 85 cm., Tararira, 33 cm y el Manduví con menos de 27 cm. Los valores correspondientes a la longitud estándar corresponden a la distancia entre el hocico y la base de la aleta caudal, medida en centímetros.

CON CUIDADO, PARA DEVOLVERLOS

En este sentido, se solicita tomar los recaudos necesarios para minimizar el daño a los ejemplares mencionados previo a su devolución al agua, y solicitan a los pecadores que “en lo posible use anzuelos sin rebaba o con la rebaba aplastada y copos aptos para la pesca y devolución. Evite golpearlos, mantenerlos colgando del anzuelo y tocar sus agallas. Proceda con rapidez. Antes de liberarlo, intente las maniobras de recuperación y suelte el pez lejos de la orilla. Ante la duda de su capacidad de sobrevivencia, libérelo de todas formas y evite infracciones”.