Más de 500 productores se han inscripto a líneas de crédito con tasas subsidiadas

Se vienen jornadas de muy altas temperaturas en los departamentos que están en emergencia agropecuaria.

A la fecha están declaradas bajo emergencia agropecuaria un total de 10.500.000 hectáreas de 16 departamentos. “Teniendo en cuenta que el país tiene 16 millones de hectáreas es un área importante”, señaló el ingeniero agrónomo Juan Ignacio Buffa, subsecretario del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, destacando que son más de 500 productores que se han inscripto a estas líneas con tasas subsidiadas del MGAP.
Uruguay atraviesa desde diciembre del año anterior la segunda emergencia climática en un año –en marzo de 2020 ocurrió la primera y afectó a casi 5.500.000 hectáreas–, crisis que llegó en plena primavera, y además de los efectos puntuales de falta de pasto dará paso a consecuencias secundarias como, entre otros, los problemas en los entores y preñeces.
Las evaluaciones de anteriores crisis climáticas indican que en 10 años se perdieron U$S 1.500 millones. Es decir, en promedio son U$S 150 millones por año.
Y para Buffa, “evaluar los impactos de la actual crisis climática tiene efectos directos en el momento y otros retrasados, estamos en pleno proceso de evaluación”. En diálogo con el programa Valor Agregado de radio Carve, explicó que la seca pegó de manera diferente según las zonas y, por lo tanto, en los sectores. En los cultivos de secano, recordó que cerró un año muy bueno, con rendimientos muy interesantes.
Juan Ignacio Buffa expresó que “los cultivos de gramínea, de primera, quizás fueron los más sentidos. Los de soja vienen manteniendo potencial, pero jugados a las lluvias de febrero. En el caso del arroz, tuvimos un año de implantación muy bueno. Quizás no se hizo más área de la pensada y es una macana grande”.
Hoy el productor tiene disponible una batería de herramientas, como una línea de crédito con tasas subsidiadas por parte del MGAP, con República Microfinanzas. Para acceder a esta línea de crédito hay que inscribirse en un formulario disponible en la página web del MGAP. La misma se define en función de la carga que tienen los campos, dando un dinero por unidad ganadera, con un tope de dinero para poder acceder.
Desde el MGAP se exhorta a todos los productores que sufrieron la anterior emergencia a que se inscriban a esta línea de crédito porque tiene mejores condiciones y se prorrogan los pagos.
También han habido respuestas de otros organismos del Estado, como una línea de crédito del Banco de la República (BROU), “que tiene un tope de U$S 25.000 con tasas interesantes y una forma de pago acorde a ciertos ciclos productivos”.
Lechería
“El MGAP viene trabajando fuertemente en lo que son los diferentes fondos de financiación para el sector lechero”, sostiene el profesional. Así, han tenido lugar modificaciones en el Fogale, que recordó es un fondo de garantía del sector lechero que permite acceder a un financiamiento de largo plazo.
A su vez, en la agenda del MGAP se está trabajando sobre modificaciones del Fondo Lechero, un crédito que se le otorgó al sector y que se paga a partir de una retención de la leche remitida a industria.
El problema de este fondo es que se han dado “situaciones injustas”, donde hay productores, por ejemplo, que terminaron de pagar y se les sigue reteniendo, o hay otros que ingresaron al rubro y pagan un crédito que nunca tomaron.
En ese sentido, se está trabajando con el Ministerio de Economía para ajustar y corregir las inequidades y también se está en contacto con los acreedores del Fondo, que son el BROU y el BBVA para respetar las obligaciones que hay al respecto.
“Hoy hay 600 productores que siguen pagando el fondo y cancelaron su deuda. Según el análisis de Inale, corregir esta inequidad significaría casi un 20% de mejora en el margen del rubro. Es mucha plata de la que estamos hablando. En enero tenemos la expectativa de lograr un instrumento que logre resolver esta inequidad. Queremos modificar ese par de leyes que están operando, porque tiene que pasar por el senado”, detalló.