El deporte y la política en 100 días

Dicen que los primeros 100 días son importantes para cualquier gobierno a la hora de mostrar su impronta. Pero también que existe esa luna de miel que permite a los gobernantes acomodar el cuerpo y sin tanta presión de la sociedad.
La Dirección de Deportes de la Intendencia se tomó al pie de la letra la primera de las teorías, y salió al ruedo decidida a darle intensidad al partido. Las ideas están a la vista, y los resultados pueden esperarse si se mantiene esa postura de seguir potenciando a un deporte sanducero que merece que en él se centre la atención.
Es que, aunque todavía pueda existir alguien que lo dude, el deporte es un pilar fundamental para cualquier sociedad.
Nadie puede negar a esta altura del Siglo XXI la importancia de la práctica deportiva. Y más aun en este nuevo contexto de pandemia. El Congreso español, sin ir más lejos, aprobó en febrero la declaración de la actividad física y el deporte como actividad esencial, dado el beneficio comprobado para la salud de las personas.
En ese sentido, hay que remarcar que desde la dirección que dirige Guillermo Arias se apostó a la masificación de la práctica del deporte. Ante esto, por ejemplo, las escuelitas deportivas municipales no dejaron de funcionar en verano y, además de crearse algunas nuevas, se extendieron las actividades previstas para diciembre, enero y febrero, también durante este mes. Y eso incluye a las piscinas.
Pero también se miró hacia el interior del departamento, y se pensó en llevar actividades a los diferentes centros poblados de Paysandú. Si bien ese es el segundo pilar del proyecto denominado “Acercando el Deporte”, rápidamente se instrumentó el primero: cada 15 días una delegación de niños y jóvenes del interior del departamento viene a realizar actividades deportivas.
Para ello fue clave llegar a cada centro poblado y dialogar con los referentes de cada uno de ellos, muchas veces olvidados por la política, salvo a la hora de salir a pedir el voto.
Pero además se comenzó a pensar en la captación de talentos y en darle una herramienta fundamental a las jóvenes promesas deportivas sanduceras. Así, se presentó el programa “Sueño Olímpico”, que tiene como padrinos a dos referentes del deporte nacional: Milton Wynants y Dolores Moreira.
El objetivo es seguir apostando a la masificación de la práctica del deporte comunitario, pero captar a los mejores exponentes de las escuelas departamentales y brindarles una preparación integral diferenciada del resto de los alumnos, en procura de un desarrollo que permita pensar en el alto rendimiento.
Esto no solamente beneficiará a determinados deportistas, sino que seguramente tendrá su efecto a la hora de que más niños y jóvenes quieran seguir los pasos de sus referentes, a los que se tiene al alcance de la mano y a la vista todos los días.
Por estos días, además, se anunció que se comenzará a meter mano en algunas instalaciones deportivas, y el primer paso será el velódromo municipal.
Mucho se ha hablado que en estos 100 días esta administración ha hecho más que lo que hizo la anterior durante todo su período, hablando de deportes. Pero hay que separar las cosas; sobre todo cuando se habla de este tipo de direcciones en las que la clave no pasa solo por las ideas que puedan surgir de la cabeza de los directores de turno.
La Dirección de Deportes de la administración Caraballo y luego Díaz, pudo llevar adelante solo algunas de las ideas planteadas. Porque la realidad es que pueden surgir propuestas, pero en definitiva se depende de las cabezas del gobierno departamental.
La movida desarrollada por la Dirección de Deportes, que incluye otras aristas además de las que se vienen estableciendo en estos primeros 100 días de gobierno, tiene un aspecto clave más allá de la impronta que puede imprimirle el director: el apoyo del intendente y de su núcleo más cercano. Más claro: de los que toman las verdaderas decisiones.
Porque en deporte puede haber mucha idea, pero si no se cuenta con el aval y el apoyo de los principales jerarcas de la Intendencia, es imposible llevar adelante cualquier proyecto.
El intendente Olivera parece haberlo entendido, y ha apoyado las propuestas de la Dirección de Deportes. Un cambio importante es la contratación de Milton Wynants, con todo lo que significa tener a un medallista olímpico trabajando y promoviendo el deporte desde el ámbito oficial.
Al medalla de plata en Sidney 2000 había y hay que sacarle el jugo, en el buen sentido. Y su contratación no significa otra cosa que una inversión, además de una seguridad merecida para el deportista, más aun cuando todos los gobiernos terminan sumando sin razón a mucha gente por compromiso político.
Hay diferencias entre lo que pasó en la anterior administración comunal y estos primeros 100 días de la actual en cuanto a deporte, dejando en claro que las anteriores autoridades de la Dirección de Deportes consiguieron logros que fueron tomados por las actuales para elevar la vara. Nada más y nada menos, que lo que se debe hacer siempre en cualquier ámbito de gobierno: tomar lo bueno realizado anteriormente y potenciarlo, con impronta propia. Y sumar además nuevas propuestas.
Los primeros 100 días del deporte sanducero, en plena pandemia y con propuestas en todos lados para incentivar la actividad física, han sido por demás positivos.
Pero el desafío es importante: lo complicado será trabajar para que las semillas sembradas comiencen a germinar y crecer con fuerza, y las ideas se mantengan en el tiempo.
Para ello, el intendente y su entorno deben mantener ese compromiso.
Y hay algo que este gobierno, el anterior y el que vendrá, deben tener en claro si el deporte no está entre sus prioridades: es una enorme y productiva forma de hacer política, a la hora de buscar la aprobación de la sociedad. Y es mucho más importante de lo que se piensa en este país, por la idiosincrasia del uruguayo.
El político debe entender que, más allá de la enorme importancia del deporte en una comunidad, es también una forma de sacar rédito político. Y si alguien lo mira desde ese lugar, al menos el deporte podrá beneficiarse.
Esto, está clarísimo, no es nuevo ni mucho menos. Pasa en todas partes, pasó en todas las épocas y con políticos de toda índole. Solo hay que entenderlo.