El teniente coronel Gustavo A. Negrín, comandante del Batallón “General Leandro Gómez” de Infantería Mecanizado Nº 8, se refirió en la conmemoración del centésimo decimocuarto aniversario de la creación de la unidad militar a las actividades adicionales que debieron realizar en 2020 –y continúan haciendo en 2021– ante la pandemia.
Ante la presencia del intendente Nicolás Olivera, el comandante de División de Ejército III, general José Martínez, del comandante de la Brigada “Protector de los Pueblos Libres” de Infantería 3 Omar Borgatto, del subjefe de Policía comisario general William Pereira, el diputado Juan Carlos Moreno, los fiscales Carolina Martínez, Estela Long, Carlos Motta y Cecilia Irigoyen, el prefecto de Puerto capitán de Corbeta Javier Craigdallie y el jefe de Bomberos, oficial ayudante Manuel Islas, resaltó además que la unidad lleva desde el 28 de noviembre de 1976 en nombre de “General Leandro Gómez”. Un día después se inauguró su actual sede y en 1995 sumó la distinción de Mecanizado a su denominación.
“2020 no ha sido un año fácil para nadie y para nosotros en particular muy complejo. Hemos tenido que reestructurar muchas de nuestras actividades que ya estaban planificadas, pero también nos ha obligado a tener que agudizar nuestro ingenio, creatividad e imaginación para poder alcanzar los objetivos impuestos”, dijo Negrín.
“El 13 de marzo de 2020 el gobierno decretaba la emergencia sanitaria en nuestro país. El 26 del mismo mes el Ejército Nacional comenzaba una nueva misión, la Operación Frontera Segura que demandó y demandará de muchos de nosotros muchos kilómetros, que se han recorrido y se continúan recorriendo, haga frío o calor, sea de noche o de día. A toda hora hemos patrullado la franja de 20 kilómetros que nos ha asignado el poder político. Quiero destacar que durante la ejecución de esta operación, así como en cada una de las tareas subsidiarias que hemos llevado adelante, como la seguridad exterior de los establecimientos penitenciarios de Cerro Carancho en el departamento de Rivera y en el Instituto Nacional de Rehabilitación número 7 en el departamento de Canelones, seguimos un estricto protocolo sanitario que nos obliga a redoblar más el esfuerzo”, agregó.
En ese sentido, aseguró que “después de cada servicio de 15 días se realizó una cuarentena de 7 días y en algunos casos hasta más, llegando a estar casi un mes sin poder ver a nuestras propias familias, aspecto que demuestra la concientización de la situación de cada uno de nuestros integrantes”.
Para el batallón “apoyar al Cecoed en esta situación que se vive ha sido una de nuestras principales acciones a ejecutar, realizando puestos sanitarios en diferentes lugares; apoyar con camas, carpas, confección de alimentos para más de 800 personas, brindar alojamiento y comida a los ciudadanos más vulnerables durante los momentos más críticos y de incertidumbre”.
“A este tipo de tarea se sumaron nuestras propias actividades como fueron la ejecución de cursos de campaña, tiro, marchas a pie y mecanizadas, entrenamiento físico militar, teniendo siempre bien en claro los protocolos y cuidados para poder mantener a nuestro personal con los estándares necesarios en el nivel de instrucción”, indicó el Comandante del batallón.
“No quiero pasar por alto –destacó a renglón seguido– y dejar de nombrar a los integrantes de la unidad que se encuentran hoy desplegados lejos del territorio nacional, tanto la península del Sinaí como en Altos de Golán, en la frontera Israel-Siria, cumpliendo con nuestra política exterior de Estado”.
También resaltó “el trabajo diario que realiza el personal abocado al Centro de Rehabilitación Ecuestre, cuya tarea silenciosa y sumamente solidaria nos llena de orgullo y satisfacción, permitiendo mejorar la calidad de vida para aquellas personas que más lo necesitan”.
El teniente coronel Gustavo A. Negrín recordó asimismo “a nuestros caídos que ofrendaron lo más preciado que tiene una persona, su propia vida. Cumpliendo una misión de seguridad de fronteras en el año 1961, similar a la que realizamos hoy en día, retornando a la unidad se produce un fatídico accidente donde fallecieron un señor Oficial y ocho personal subalterno. Quiero que sepan que su pérdida no ha sido en vano porque nos han dejado su sentido de compromiso y responsabilidad, así como también nuevas lecciones aprendidas. De la misma forma, recordar al cabo segundo Leandro Acosta, quien falleciera en un accidente de tránsito cumpliendo funciones en una misión operativa de paz en la República de Haití en el año 2005”.
“Querido batallón, estoy convencido que continuaremos avanzando en el trabajo diario, como nos han marcado nuestros antecesores, sabiendo que ustedes no pasan de forma desapercibida, siendo observados en todo momento, en todo lo que hacen y muchas veces siendo la referencia para saber qué camino seguir, buscando de esta manera ser cada día excelentes soldados y mejores personas. Camaradas, integrantes del batallón, los de ayer, hoy y siempre, defensores de Paysandú ¡Feliz Aniversario!”, concluyó.
