Mientras haya paro, hay esperanza

Parece cosa de Ripley, pero no para el Uruguay: en el primer día de clases del año lectivo, muchos estudiantes se encontraron sin la posibilidad de recibir clases porque el sindicato que agrupa a los profesores de enseñanza secundaria dispuso la paralización de actividades, importándole poco y nada que ello se suma a que a lo largo de todo 2020 las clases se vieran resentidas por las medidas de contención de la pandemia para evitar aglomeraciones.
¿Hay alguna novedad en esto? Para nada, todos los años ocurre lo mismo; paro. Lamentablemente, cuando recién comienza el año lectivo, se suele utilizar este inicio para dar lugar a una especie de gimnasia sindical, con la excusa que sea, para luego ir desarrollando a lo largo del año medidas similares con reclamos que indefectiblemente desembocan en la medida de fuerza.
En este caso, el paro evidentemente es rechazado con mayor énfasis por la ciudadanía, sobre todo por quienes tienen hijos en período de estudio, empezando por el agravante de la inoportunidad, cuando se viene de un año en el que los aprendizajes, ya de por sí con serios problemas que se arrastran desde hace varios años, fueron afectados por la pandemia, mientras aún no hay una cobertura de vacunación como para asegurar que pueda desarrollarse el año lectivo dentro de un marco de normalidad.
Al referirse a este escenario el presidente del Consejo Directivo Central (Codicen), Prof. Robert Silva, dedicó un mensaje de twitter a la Federación Nacional de Profesores (Fenapes), señalando que “¡Los mismos de siempre pronostican caos en el inicio de clases!”, en tanto que el gremio en su cuenta de esta red social contestó que “lamentamos que a pesar de tu investidura elijas el camino del divisionismo y el ataque a los docentes”, lo que indica que los dirigentes sindicales se sienten inimputables y por encima del bien y del mal, sin importarles un ápice como piensa y siente el ciudadano común.
Silva se había referido a la decisión de la federación de docentes de organizar el paro de 24 horas a nivel nacional para este lunes 1° de marzo, y agregó en su twitter que “El Uruguay afronta una crisis sanitaria sin precedentes y a pesar de ello comenzamos este lunes”, en referencia al inicio de clases.
“Es lamentable que un paro afecte a miles de estudiantes, sin perjuicio informamos que los liceos estarán abiertos”, indicó el jerarca.
A su vez la contestación del sindicato, además de señalar lo de la investidura, explica que “paramos en solidaridad con nuestros compañeros maragatos, pero recordemos que están afrontando la crisis con un recorte de 50 mil horas”.
“El ejercicio autoritario del poder, que conlleva persecusión (sic.) y represión, necesita la generación de la grieta en la sociedad. @RobertSilva1971 es un abanderado de ello. A los docentes nos encontrarán siempre trabajando por más y mejor educación pública”, agregó Fenapes.
El dirigente sindical Javier Iglesias amplió sin embargo a El País que los motivos por los que Fenapes resolvió este paro son varios. En primer lugar, dijo, el “recorte de presupuesto a la ANEP ya está mostrando problemas muy graves, por ejemplo la desaparición de horas docentes y el brutal retraso que hay hoy en la elección de horas”.
Añadió que se trata del “peor comienzo de cursos en años” y que tiene “problemas como nunca antes”, en tanto otra de de las razones mencionadas por el dirigente sindical fue la suspensión de 15 docentes del Liceo Departamental de San José por haberse tomado fotos en contra de la campaña ‘Vivir sin Miedo’, impulsada en 2019 por el ahora ministro del Interior, Jorge Larrañaga.
Los profesores fueron suspendidos por seis meses mientras se realiza la investigación. Durante ese semestre no podrán dar clases y se les retendrá la mitad del salario.
Iglesias afirmó que se trata de una “represión sindical salvaje” ya que son sumariados “por una acción sindical” y que algunos de los profesores fueron sancionados por sacarse fotos fuera del liceo y sin la presencia de estudiantes.
“Son gente con trayectoria y responsabilidad. El lunes entendemos que no podemos ser cómplices de esto y de que hay normalidad y presencialidad cuando no es cierto”, dijo Iglesias.
Lo cierto es que hay complicidades y complicidades, y en este como en tantos otros casos, de lo que se trata lisa y llanamente es de una medida de puro sesgo ideológico, como queda en evidencia, promovida por los sectores más radicales de la izquierda, que con su militancia y dedicación full time a esta actividad, conducen este como la mayor parte de los sindicatos en Uruguay y seudo “organizaciones sociales” que integran los mismos dirigentes y grupos afines.
Los mismos que se rasgan las vestiduras en una “intersocial” que son el mismo perro con diferente collar y organizaciones de “derechos humanos” profundamente ideologizadas que solo ven supuestas violaciones de derechos contra integrantes de grupos de izquierda pero que quedan muy calladas cuando las víctimas son de otro palo, reafirmando aquello de que en realidad se lucha por los “izquierdos” humanos y según como venga la mano.
Pero además, en el caso que defienden Fenapes y argumenta como una de las causas de la medida de fuerza, tenemos que se trata de profesores militantes contra el actual gobierno, como todo el mundo sabe, abusando de sus prerrogativas y embanderándose con una causa política dentro del recinto de enseñanza, como prueban las fotos y videos divulgados de su “hazaña” violando la laicidad, como si fuera una cosa sin importancia.
Por el contrario, la propia Fenapes debió denunciar y/o sancionar a sus afiliados que actuaron de esta forma en el interior de un centro docente, para salvaguardar la laicidad y no borrar con el codo lo que escribe con la mano, estableciendo un mínimo de coherencia. En cambio apaña que docentes en locales de enseñanza hagan política desembozadamente, y encima pretende colocarlos como víctimas.
Acá la verdadera víctima, en todo caso, es la verdad, pero más que nada lo son los estudiantes que se han visto privados nuevamente de poder asistir a clases y formarse de cara a los desafíos que plantea la vida, para acceder a empleos mejor remunerados, porque carencias siempre habrá en la enseñanza, nunca se va a estar conforme con lo que se haga o deje de hacer.
En tanto, recurrentemente se reclama más presupuesto al mismo tiempo que el sindicato se niega a que se evalúe el desempeño docente. ¡Pero cómo va a ser de otra forma, si los propios docentes escriben el tuit de contestación al ministro con faltas de ortografía!
Y así, con o sin pandemia, no hay país que pueda avanzar, mientras los que creen que solo tienen derechos pero se sienten exentos de obligaciones, siguen poniendo el palo en la rueda.