Recibimos y publicamos

¿Ofensa a la inteligencia? ¿Broma de mal gusto?

Del Representante de los Pasivos en el Directorio de la Caja de Profesionales
Estimados consocios y profesionales universitarios en general:
Habitualmente en las notas que preparamos para La Revista (de la Asociación de Afiliados a
la Caja de Profesionales), nos ocupamos de un determinado tema básicamente con la intención de analizar y compartir datos e información en relación a diferentes asuntos de la vida institucional de nuestra Caja.
A su vez, cuando entendemos logrado el objetivo de plasmar sobre el papel el mensaje que queremos difundir, nos abocamos a tratar de encontrar el título que contribuya a atraer la atención de los potenciales lectores sobre el texto.
En esta ocasión ha ocurrido precisamente lo contrario. Vale decir que comenzamos a escribir con el título más que claro de entrada.
Es que luego de la lectura de la nota con declaraciones del Dr. Gonzalo Deleón, actual presidente del Directorio de la Caja, aparecida a toda página en el diario EL TELEGRAFO del 8 de febrero (página 4) y cuya lectura recomendamos, enseguida y luego del asombro inicial, entendimos que más que el derecho –en la medida que se nos menciona a texto expreso, al Ing. Castro, al Dr. Long y al suscrito–, teníamos la obligación de decir algo al respecto.
La nota en cuestión está referida a una resolución promovida por El Dr. Deleón y él mismo la califica de “histórica e impostergable”. Por la misma se rebaja el sueldo de los integrantes del Directorio del próximo período en alrededor de un 20%.
Comencemos por manifestar que el Dr. Deleón –con quien compartimos muy buen trato personal–, representa a la Coordinadora Profesional que compareció a las elecciones de mayo 2017 en la Lista 6, con una plataforma muy interesante, que logró el apoyo mayoritario entre los profesionales activos con declaración de ejercicio participantes en dicho acto.
Aclaramos además que calificamos de muy interesante su plataforma, en la medida que tenía muchas coincidencias con nuestras posiciones, y que también nosotros fuimos amplia mayoría entre los profesionales pasivos, lo que permitía imaginar grandes coincidencias a la hora de la gestión.
Lamentablemente esas coincidencias no se concretaron. En nuestro caso, desde el principio comenzamos a actuar según el mandato de nuestro compromiso electoral y fue así que formalizamos innumerables propuestas sobre los más diversos tópicos, de las que hemos dado noticia a lo largo de estos últimos tres años y medio. Pero más que dar noticias al respecto, nuestros planteos y propuestas han quedado registrados en las respectivas actas de las sesiones del Directorio, que por otra parte dejan por demás claro el papel que ha jugado cada uno de los integrantes de ese Cuerpo.
Veamos ahora los sueldos de los Directores:
Presidente: $217.961,00 (Nominal), $132.720,00 (líquido); Secretario: $181,804,00 (nominal), $107.939,00 (líquido); Director: $165.548,00 (nominal), $104.519,00 (líquido).
Dichas remuneraciones por ley (17.738) son fijadas por el Directorio al terminar su mandato para el Directorio siguiente, vale decir que en este caso venían de Directorios anteriores que procedían a ajustarlas por Índice Medio de Salarios.
Como casi todo en la vida, también en este caso la magnitud es relativa. ¿Qué quiero decir?: que si con estos montos se remunera una comparecencia semanal en la sede por algo más de tres horas y media aproximadamente, para ser testigos de lo que acontece y eventualmente levantar la mano a la hora de votar en uno u otro sentido planteos que suelen venir de los Servicios auspiciados por la Gerencia General, claramente la cantidad es muy alta.
Pero si el ejercicio del cargo demanda horas de estudio en domicilio, consultas e intercambios y análisis previos a las sesiones, propuestas permanentes sobre los más diversos asuntos, además de horas diarias en la sede (cuando la presencialidad era normal) y recibir profesionales activos y pasivos con variedad de planteos, claramente los montos referidos adquieren otra dimensión.
Digamos de paso que en la escala de remuneraciones del personal de la Caja, los sueldos de los Directores (de arriba hacia abajo o de mayor a menor), están en el séptimo u octavo lugar y a la altura del personal de servicio.
De todos modos, el Dr. Deleón está en todo su derecho de pensar que los sueldos son muy elevados y al haber planteado la rebaja para los Directores del próximo período, damos por descontado que, aunque es cierto que no se pueden rebajar los sueldos actuales –como dice en la nota de EL TELEGRAFO–, casi seguramente debe estar donando parte del suyo actual –por lo menos–, ya que nada se lo impide y de ese modo entonces, enriquecerá los fondos de la Institución. Si no fuera así, diríamos que “es de no creer”. En cualquier caso, no hay dudas que la resolución llevada adelante por el Dr. Deleón, al bajar las remuneraciones del próximo Directorio, habrán de significar un ahorro de algo más de treinta mil dólares anuales para la Caja.
Qué pena que no haya acompañado con su voto nuestras propuestas de captar aunque sea una pequeña parte de los ochenta mil profesionales con declaración de no ejercicio, mediante efectivas e inteligentes campañas publicitarias con ese fin. Sobre todo cuando los inspectores de la Caja, en alrededor de seiscientas inspecciones al azar en el año 2019, detectaron un 20% de profesionales con declaración de no ejercicio en situación irregular (Memoria 2019).
De igual modo, qué pena que quienes lo suplieron en ocasión de su licencia y por su mismo Lema, tampoco hayan acompañado nuestra propuesta de conformar un Comité de asesoramiento técnico del Directorio en materia de inversiones, para tratar de mejorar el rendimiento de nuestro patrimonio financiero y aproximarlo al de las AFAP. Piénsese que sólo en el trienio 2016-2018 la diferencia en menos, del rendimiento de nuestras inversiones en relación a las AFAP, fue de varios millones de dólares. Y ya que estamos con las “penas”, qué pena que tampoco hayan acompañado las reiteradas propuestas –que nosotros si acompañamos– del Ing. Castro, para establecer líneas de crédito sociales e hipotecarios, para favorecer a los profesionales activos y pasivos con tasas preferenciales respecto de las de plaza y mejorar significativamente los ingresos de la Caja.
Dejemos ahora las “penas” y permítannos una reflexión más sobre esta resolución de rebaja de los salarios a quienes integren el próximo Directorio calificada como “histórica e impostergable” por parte de su promotor. ¿Será en serio? Porque que sepamos, aparte de la rebaja de la tasa de remplazo a quienes se jubilen en el futuro (a efectos de pagarles menos), el aumento de la edad de retiro y de los años de aporte para jubilarse del Proyecto de Reforma de la Ley que ha promovido el Dr. Deleón recientemente (heredado del Directorio anterior con algunas modificaciones), no nos consta ninguna otra medida para mejorar la salud económico – financiera de la Caja que haya promovido o que haya apoyado.
Realmente si no fuera casi patético, lo de la aparente auto flagelación –en realidad hetero, ya que es en el “cuerpo” de otros–, no se justificaría haber tratado este asunto. Pero que se presente este tema de la rebaja de los salarios del Directorio próximo como algo casi sublime es “muy fuerte”.
En nuestro caso, reivindicamos nuestra posición. Creemos que quien accede a estos cargos debe honrarlos cumpliendo con aquello a lo que se ha comprometido, trabajando intensamente, estudiando y tratando de ser digno de la confianza depositada por sus pares en su persona. En más de una oportunidad hemos dicho, cuando había asambleas presenciales, que no es justo ni razonable que los sueldos de los Directores estén en el lugar que están (7º u 8º hacia abajo) en el escalafón salarial de la Caja. A menos que se quiera Directores que estén “pintados” y que vayan de vez en cuando a ver “cómo andan las cosas” siempre que no tengan otros compromisos, en cuyo caso hasta honorarios “son caros”.
Finalmente: Vale que recordemos en relación a la resolución “histórica e impostergable” del Dr. Deleón la fábula de Esopo “El Parto de los Montes” y que nosotros también podamos ver que “…la montaña parió un ratón”.

Dr. Odel Abisab